MADRID, 1 Dic. (EDIZIONES) -
Master and Commander: Al otro lado del mundo se estrenó hace quince años, convirtiéndose en una de las películas más aclamadas en lo que va de siglo. El filme, dirigido por Peter Weir, está basado en la serie de novelas Aubrey-Maturin de Patrick O'Brian, y relata la historia de Jack Aubrey, un capitán de la Marina Real británica interpretado por Russell Crowe. Pero lo que muchos no saben es que la película fue planeada como la primera entrega de una saga que, desafortunadamente para los fans, nunca continuó.
Al sumarse al proyecto como director, Weir decidió que la película debía dar la sensación de estar en un barco de la Armada del siglo XIX, tal como O'Brian evocaba en sus libros. Eso requeriría un alto presupuesto, con varios meses de filmación en un tanque, 10 días de filmación en una réplica de un barco en el mar y una atención especial el vestuario y los sonidos. El presupuesto se elevó así hasta los 150 millones de dólares.
Pero Tom Rothman, entonces jefe de 20th Century Fox, creía profundamente en Master and Commander, viendo los libros como el comienzo de una posible franquicia. "Tom había intentado durante años convertir Master and Commander en una película en Fox", dijo Duncan Henderson, uno de los productores de la película, en una reciente entrevista con TheWrap. "Cuando se convirtió en CEO, esa fue la oportunidad para lograrlo, y puso todo el apoyo del estudio detrás del proyecto".
"Weir dijo específicamente que quería que muchas de las escenas se parecieran un poco a un documental", dijo Henderson. "Se comprometió a sumergir a la audiencia en la vida cotidiana de esa nave y al horror de estar en la batalla. Y el foco no estaba solo en la vida de los oficiales, sino también en la tripulación. Tenías a estos oficiales que eran básicamente jóvenes, pero también un equipo con tipos mayores que tenían que escuchar a tenientes mucho más jóvenes que ellos".
Un miembro del reparto que realmente tuvo que adaptarse al estilo de Weir fue James D'Arcy, quien interpretó al primer teniente de Aubrey, Jack Pullings. "Una cosa que recuerdo de las tomas de acción es una escena en la que estamos saltando al Acheron", recordó D'Arcy. "Weir estaba filmando la escena desde una grúa en lo alto de los barcos, y tuve que correr hacia la popa del barco. En la parte de atrás estaban estos cinco extras que no hablaban inglés. Solo recuerdo mirarlos y advertirles, '¡No tratéis de pelear conmigo!'. Mi espada estaba hecha de metal real. Un movimiento equivocado y alguien podía salir gravemente herido" relató el actor.
Después de rodar durante meses en un tanque, la película continuó durante 10 días en alta mar. Las secuencias en el mar requerían docenas de extras, a bordo de una réplica a escala de un barco del siglo XIX que ahora está atracado en San Diego, California.
D'Arcy recuerda que Weir y muchos otros miembros de la tripulación se marearon, pero Crowe, un veterano experimentado cuando se trata de rodajes exigentes, estaba dispuesto a correr riesgos. "Hubo una escena en la que un helicóptero nos llevaba a mí y a Russell a lo más alto de la nave. Yo tenía un arnés, pero él no quería ser filmado usándolo. Así que subió sin él", desveló.
"Pero cuando llegamos a lo alto me preguntó: 'James, ¿puedes ver mi arnés?'. Le dije que podía ver el cinturón y él solo dijo ... 'Quítatelo'. Y le dije que podían eliminar por ordenador, pero me puso esa mirada de Russell Crowe y dijo 'Quítatelo'", contó el actor.
Y aunque el rodaje fue intenso, Master and Commander no logró alcanzar el primer puesto en taquilla, a pesar de las excelentes críticas. "Recuerdo que Tom [Rothman] estaba realmente decepcionado. Se imaginó que esta iba a ser una película que daría pie a un montón de secuelas", dijo D'Arcy. "Hasta el día de hoy, no estoy muy seguro de por qué a la película no fue bien".
El filme solo recaudó 212 millones de dólares a nivel mundial, apenas recuperando sus costos de producción y comercialización. Además, la película fue nominada a diez premios Oscar, incluyendo Mejor Película, pero solo ganó dos por Mejor Cinematografía y Mejor Edición de Sonido.
Sin embargo, la cinta se ha convertido en un clásico con el paso de los años. "No mucha gente me habla de la película, pero cuando lo hacen, hablan de ella con pasión e intensidad", asegura D'Arcy. "Es realmente gratificante que todos estos años después haya un público que realmente apreciara el trabajo que todos pusimos en ello".
Aunque Russell Crowe ha insinuado en alguna ocasión la posibilidad de rodar una secuela, todo apunta a que la historia se quedará tal y como está. Bettany está inmerso en su participación en el Universo Cinematográfico Marvel, Crowe planea dirigir una secuela de Gladiator y Weir solo ha hecho una película más en los últimos 15 años.