La muerte de 'Akira'

MADRID 16 Jun. (EUROPA PRESS) -

Era una arriesgada aventura... que finalmente no tendrá lugar. No habrá película de acción real de Akira, el clásico manga y posiblemente la cinta de animación japonesa más famosa de la historia. El proyecto, que auspiciaban la Warner Bros y Leonardo DiCaprio, está literalmente muerto.

Allá por octubre de 2007, Warner y la productora Appian Way propiedad de DiCaprio, anunciaban que se hacían con los derechos de la novela gráfica escrita por Katsuhiro Otomo para alumbrar una película de Akira de acción real. Película que contaría con guión de Gary Whitta ('The Book of Eli') y Ruairi Robinson, nominado al Oscar en la categoría de mejor cortometraje, como director.

Ahora, más de un año y medio después, es el propio Robinson el que se descuelga asegurando que él ya está fuera del proyecto y que la producción está "completamente muerta".

Esta no es la primera intentona fallida de llevar 'Akira' al cine con personajes de carne y hueso. Ya hace algunos años, en 2003, Steven Norrington ('Blade', 'La liga de los hombres extraordinarios') intentó convertir la historia de Otomo en un film de acción real, pero el proyecto finalmente se canceló debido a los costes desorbitados que implicaba.

UNA OBRA MÍTICA

Estrenada en 1988, 'Akira' fue un hito en el mundo de la animación, amén de una auténtica superproducción para la época con aspiraciones universales, no en vano costó 7 millones de dólares. Su oscura y apocalíptica historia logró ir más allá de los círculos de los fans del manga, encandilando al millones de espectadores en todo el mundo, que de su mano hicieron su primera incursión en la animación japonesa. Una obra clave de referencia, no solo para el manga, sino para todo el género de la ciencia-ficción.

La historia de 'Akira' nos traslada hasta el año 2019, hasta Neo-Tokyo, una ciudad construida sobre la antigua capital japonesa destruida tras la Tercera Guerra Mundial. Una ciudad opresiva y acuciada por la violencia, las drogas y el terrorismo donde surge el mito de Akira, el poseedor de la energía absoluta que puede traer la esperanza a un mundo desolado.