MADRID, 17 Ene. (EUROPA PRESS) -
El próximo 27 de marzo llega a los cines 'Mulán', la nueva versión en imagen real de la ancestral leyenda china que relata la historia de la joven que se hace pasar por un hombre para acudir a la guerra en lugar de su anciano padre y salvar así su vida. Un filme producido por Disney y dirigido por Niki Caro ('En tierra de hombres', 'La casa de la esperanza') que busca ofrecer un tono más "realista" que el del exitoso clásico de animación estrenado por el estudio hace ya más de dos décadas.
"Recuerdo que cuando empecé a pensar en ser directora, cuando era adolescente, alguna vez me planteé que a lo mejor me tenía que disfrazar de hombre, como Mulán. No tenía referentes femeninos a los que seguir", confiesa Caro en una entrevista concedida a Europa Press durante su visita a Madrid en la que estuvo acompañada de la diseñadora de vestuario Bina Daigeler.
Y es que, asegura la cineasta neozelandesa, aunque se trata de una leyenda ancestral extraída del poema chino 'Balada de Fa Mu Lan', que data del siglo VI y que se ha relatado "muchas veces y de muchas formas", la historia de 'Mulán' tiene una resonancia "muy contemporánea". "Siempre es el momento perfecto para contar una historia tan potente y tan emocionante como esta", proclama Caro que se declara una "auténtica fan" de la película de animación de 1998, aunque su versión marque distancias con aquel filme para ofrecer una visión mucho más "realista" de la leyenda.
"La película de animación es una obra independiente de la nuestra", esgrime la directora al ser interrogada sobre la ausencia en esta adaptación de algunos de los elementos más icónicos del clásico de animación, como las canciones, que tendrán mucha menos presencia, o el carismático dragón Mushu. "A mí me encanta, pero Mushu es irreemplazable. Lo mismo ocurre con las canciones. Al relatar esta historia en imagen real queríamos mostrar cómo es para una joven embarcarse en una aventura bélica como esta. Y por mucho que nos gusten las canciones no encajaban en esta forma de contar la historia", aclara.
La nueva 'Mulán', encarnada por la actriz sinoestadounidense Yifei Liu, ha sido concebida como viaje "de lo íntimo a lo épico" que, integrando ancestrales mitos orientales y sin huir de algunos toques de humor, reflejará la crudeza de la guerra en impresionantes y épicas escenas de batalla. Un reto, el de estas colosales secuencias, al que la cineasta no se había enfrentado hasta ahora en sus casi 30 años de carrera y con el que, asegura, ha "disfrutado muchísimo".
"Fue increíble y me lo pasé genial. Soy neozelandesa y me gusta mucho estar en espacios abiertos con increíbles paisajes y fue fantástico tener la oportunidad de filmar esta historia en algunos de los lugares más impresionantes del mundo", subraya Caro que destaca que, a diferencia de otras superproducciones, 'Mulán' está rodada en escenarios reales y con un uso restrictivo de los efectos especiales.
AL ESTILO DE LA VIEJA ESCUELA
"Ya no se hacen así las películas. Rodamos un poco al estilo de la vieja escuela, pero para crear una película muy contemporánea, muy actual", apunta la directora que insiste en que la gran lección que ofrece esta versión más realista de 'Mulán', la de una joven que se disfraza de hombre pero descubre que "solo será auténtica, valiente y fuerte cuando se quita ese disfraz y se muestra como es realmente", sigue vigente y toma una nueva resonancia en la era del 'Me Too' y 'Time's Up'.
Un extremo en el que coincide plenamente Bina Daigeler, que ya trabajó con Caro en 'La casa de la esperanza' y que ha sido responsable de vestuario de producciones tan diversas como 'Sólo los amantes sobreviven' de Jarmusch, 'Inmersión' de Wenders, 'Snowden' de Oliver Stone, 'Biutiful' de Iñárritu, 'Los abrazos rotos' de Almodóvar o de series como 'Narcos' o 'El tiempo entre costuras'.
Pero sin duda alguna el de 'Mulán' ha supuesto uno de sus mayores retos de su carrera para el que, reconoce, realizó una "profunda investigación". "Hice un viaje de un mes por China, visitando museos y hablando con conocedores de la historia del país", recuerda Daigeler que destaca que fue durante aquellas semanas cuando forjó la base, "la esencia", de sus diseños que luego mezcló "con la fantasía y la creatividad" propia de la leyenda.
Y a partir de ahí, un laborioso y "lento" trabajo artesanal -"A mí me gusta hacerlo todo a mano", confiesa- que, en perfecta rima con el rodaje de Caro en "espacios reales y naturales", otorga a la película "una textura, unos colores y una profundidad superior".