MADRID, 27 Feb. (EUROPA PRESS) -
Aunque el sainete final con el que se cerró la gala dejó todo lo demás en un segundo plano, la última edición de los Oscar estaba llamada a ser la gala anti-Trump. Y si bien es cierto que el Presidente de los Estados Unidos fue objetivo de chistes y críticas, éstas fueron -salvo casos como las del cineasta iraní Asghar Farhadi o las del actor mexicano Gael García Bernal- lanzadas de forma indirecta, con referencias a la diversidad y la igualdad en el mundo del cine.
Jimmy Kimmel, que no dudó en lanzar sus pullas sarcásticas hacia Trump desde el inicio de la ceremonia. Comenzó con unas palabras para el resto del mundo, para las millones de personas que en ese momento ponían su mira en el Dolby Theatre de la ciudad de Los Ángeles: "Nos están viendo 225 países que nos odian", comentó el cómico.
Aunque algunos han considerado que Kimmel podría haber sido más duro en sus críticas, tampoco se quedó corto. En múltiples ocasiones se dirigió a Trump: "Quizás esta no sea una opinión muy popular, pero quiero dar las gracias al Presidente Trump. Es decir, ¿os acordáis cuando el año pasado decían que los Oscar eran racistas? Gracias presidente", apuntó mordazmente Kimmel.
También hizo referencia a la costumbre del Presidente de comentar toda la actualidad en su red social favorita, Twitter. Kimmel se encargó de advertir a los futuros premiados: "Algunos de los presentes daréis un discurso esta noche sobre el que el Presidente tuiteará -en mayúsculas- durante su evacuación intestinal a las cinco de la mañana. A mi me parece algo bastante notable", comentó entre risas ante la audiencia.
De hecho, y al ver que Trump llevaba ya varias horas sin tuitear y la gala iba por la mitad, el presentador se dirigió directamente al Presidente mencionándole en un mensaje:
Por último, tras la reciente decisión de la Administración de prohibir la presencia de medios tradicionales en una rueda de prensa en la Casa Blanca, Kimmel se dirigió a los medios: "Si hay alguien aquí de CNN, o LA o New York Times, si trabajas para cualquier cosa con la palabra 'Times' en ella, incluso Medieval Times, le pido que abandone el edificio ahora mismo. No tenemos ninguna tolerancia para las noticias falsas" apuntó el cómico, "aunque los bronceados falsos nos encantan" añadió en referencia a la tonalidad anaranjada de la piel del Presidente.
Pero sin ninguna duda el discurso más reivindicativo, el que cargó frontalmente contra el actual inquilino de la Casa Blanca, fue el el comunicado que leyó la ciudadana iraní y estadounidense Anousheh Ansari en nombre del director iraní Asghar Farhadi, ganador del Oscar a la mejor película de habla no inglesa por El viajante. El cineasta renunció a acudir a la gala como protesta por las últimas medidas migratorias de Trump.
"No estoy allí por respeto a la gente de mi país y de las otras seis naciones que han sido humilladas por una ley inhumana que prohíbe la entrada de inmigrantes en Estados Unidos", afirmaba en su comunicado el director que también aseguró que "dividir el mundo en categorías de 'nosotros' y 'nuestros enemigos' genera miedo" y supone "una justificación engañosa para la guerra y la violencia".
El actor mexicano Gael García Bernal también aprovechó su paso por el escenario para lanzar su mensaje anti Trump, más concretamente contra el muro que el mandatario estadounidense pretende construir en la frontera con México. "Los actores de carne y hueso somos trabajadores migrantes. Viajamos por todo el mundo, creamos familias, construimos historias, creamos vidas que no pueden ser divididas", afirmaba antes de entregar el premio al mejor cotrometraje animado.
"Como mexicano, como latinoamericano, como migrante trabajador, como un ser humano, estoy en contra de cualquier tipo de muro que quiera separarnos", sentenció acompañado de la actriz Hailee Steinfeld.