MADRID 17 Jun. (EUROPA PRESS) -
El director de cine Pau Teixidor ha asegurado que España "va tarde" al enfrentarse a su memoria histórica y cree que en el país todavía quedan "restos" del franquismo y de una transición que "no fue todo lo buena que hubiera podido ser".
"Quizá la transición que nos vendieron no es tan modélica y tan ejemplar como nos han querido vender. Todavía hay restos del franquismo mal curados", ha señalado en una entrevista con Europa Press, con motivo del estreno el próximo miércoles de su nueva película 'Alumbramiento', en la que aborda el robo de bebés en la década de los 80.
Teixidor ha insistido en que España necesita hacer "frente" a su memoria histórica, lo que para él es una tarea "pendiente" como sociedad. "Ya va siendo hora de empezar a abrirlo todo y poner nombre a las cosas. Hay que decir las cosas sin miedo y sin prejuicios lo que aquí ha ocurrido. Somos mayorcitos para poder hablar según qué cosas", ha recalcado.
En este sentido, ha señalado que hay una generación de ciudadanos que sienten que no les han contado "del todo bien" la historia de España. "Yo creo que hay toda una generación de ciudadanos que sienten que no se nos ha contado del todo bien lo que pasó. Y ahora que somos mayores, a través de películas, libros o investigaciones, hemos decidido hacerlo nosotros para que no les ocurra a las siguientes generaciones", ha aseverado.
"Una sociedad no puede ser del todo libre y democrática si no sabe de dónde viene y no conoce bien cuáles son sus orígenes ni las cosas por las que han pasado", ha añadido.
En 'Alumbramiento', Teixidor narra la historia de una joven, interpretada por Sofía Millán, que se queda embarazada siendo menor de edad y su madre, que es María Vázquez en la ficción, decide internarla con unas monjas en el centro Peñagrande, un lugar para adolescentes embarazadas.
El cineasta recuerda que la idea surgió en 2014, cuando descubrió por primera vez los casos de bebés robados en España y la "magnitud" que envolvía al asunto. "Era la época de los primeros juicios o de los intentos, más que juicios, de las primeras denuncias que se empezaron a interponer. Yo empiezo a hacerme la pregunta de '¿cómo puede ser que yo no hubiera sabido nada de este tema durante toda mi vida'?. Ahí me di cuenta que podía haber una película interesante", ha explicado.
Pese a los posibles recelos ideológicos, Teixidor sostiene que había una "demanda" por contar esta historia. "Había mucha gente alrededor de esta historia que ha empujado para que saliera", subraya y menciona el apoyo del Ministerio de Cultura.
En relación con el proceso de documentación, el cineasta reconoce que fue "delicado y complicado" encontrar los relatos de las madres reales, que fueron "muy duros" porque le transmitieron la sensación de que esas mujeres todavía sentían que les habían "destrozado" su vida.
"Lamentablemente, nadie va a devolver a esos bebés, jurídicamente es prácticamente imposible hacer nada. Solo quedan sentimientos de lo que ellas vivieron y eso fue el material más valioso y que yo creía que tenía más importancia a la hora de construir un guión a partir de eso", apostilla el realizador.