Peter Jackson confiesa: "No sabía qué diablos estaba haciendo mientras rodaba El Hobbit"

 Peter Jackson
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Actualizado: martes, 24 noviembre 2015 11:51

MADRID, 22 (EDIZIONES)

   Peter Jackson, el oscarizado director de El Señor de los Anillos y de la menos celebrada trilogía de El Hobbit, ha confesado por qué su último viaje a la Tierra Media dejó tan mal sabor de boca entre los fans de Tolkien.

   En los extras del Blu-Ray de la versión extendida de El Hobbit: La Batalla de los Cinco Ejércitos, se encuentran estas sinceras declaraciones sobre los problemas de rodaje que ha atravesado no solo esta última entrega, sino la serie entera a partir del momento en el que Guillermo del Toro abandonó el proyecto y Jackson tuvo que tomar las riendas sin la preparación adecuada.

   "Cuando Guillermo del Toro dejó la película no tenía mucho tiempo para preparar el rodaje. De hecho, parecía algo imposible de hacer, y por ello terminé haciendo cosas tan arriesgadas como rodar la película con la mayoría de ella todavía en producción. Eso quiere decir que íbamos al set a rodar estas escenas masivas y tan complicadas, tomando decisiones en el momento. En muchos casos no tenía ni idea de qué diablos estaba haciendo", afirma Jackson.

   El problema principal de este desastre fue el tiempo. El director no tuvo el tiempo suficiente para preparar la película, ni siquiera para terminar el guión, a diferencia de lo que ocurrió con El Señor de los Anillos, que contó con casi tres años de preproducción.

   Según el equipo, Jackson hizo que el rodaje fuese "un poco caótico" y Andy Serkis, que ejerció también como director de segunda unidad, coincide completamente. "Había cinco elementos simultáneos en algunas secuencias", explica junto a su ayudante de dirección, Lin Tan, quien a su vez indica que "la batalla (la batalla final que cierra El Hobbit) entera era un misterio para nosotros, no sabíamos lo que estábamos haciendo".

   A la falta de tiempo hay que sumarle el hecho de que originalmente El Hobbit iban a ser dos y no tres películas, pero extenderla fue la decisión de Jackson cuando ya tenía en sus manos la producción de la adaptación de la novela de Tolkien.

   El director neozelandés asegura que tampoco estuvo muy feliz con el guión, por lo que al final decidió que esta sería su última película recorriendo la Tierra Media, ya que sabía que el resultado no sería tan genial cómo en su primera trilogía. Fue un éxito comercial, recaudando 9'4 millones de dólares en taquilla, pero la crítica no le perdonó.

   El siguiente proyecto al que se enfrentará Jackson es la secuela de la película de animación Las aventuras de Tintín, que pretende llegar a la gran pantalla en diciembre de 2016.