SAN SEBASTIÁN, 22 Sep. (del enviado especial de Europa Press Francisco Serrano) -
La cineasta Pilar Palomero opta a la Concha de Oro por su nueva película, 'Los destellos', protagonizada por Patricia López Arnaiz, quien encarna a una mujer que cuida a su exmarido, protagonizado por Antonio de la Torre, en los últimos días de su vida.
"Me podría haber planteado que fuese el hombre el que cuida, pero creo que no hubiera sido realista, sinceramente. Esto es así, las mujeres somos las que cuidamos y esto tiene que cambiar", ha asegurado en una entrevista con Europa Press. La cinta se estrenará en cines el 4 de octubre.
Pilar Palomero lamenta que sean las mujeres las que en la mayoría de los casos sean las cuidadoras y recalca que su intención con la película no es hacer "didactismo". "Los cuidados tienen que venir de parte de todos y esto tiene que ser algo cultural. Debería haber una red de cuidados mutuos y que vayan más allá de la propia familia. Debería ser algo que lo tengamos metido en el disco duro, pero la realidad no es así", remarca.
"Yo he hablado con un médico de paliativos, que se llama Pablo, y que aparece en la película. El me dijo que en sus más de 50 años de profesión, siempre que ha habido parejas separadas cuidando uno del otro, el 90 por ciento de los casos eran mujeres", revela.
Sin embargo, apunta que en 'Los destellos' los personajes "cuidan todos de todos". "Me encantaría que se entendiera como que es una película en la que todos cuidan de todos y ojalá se pudiera hacer la película de la otra manera, resultando creíble", insiste.
La historia está inspirada en el libro 'Un corazón demasiado grande', de Eider Rodríguez, pero la cineasta afirma que quería hacer la historia suya, por lo que trasladó la trama a su pueblo Horta de Sant Joan (Tarragona), ya que hace unos años ella perdió a un ser querido. "Es una historia que toca temas que para mi son importantes, como la pérdida de alguien cercano, un asunto que yo tenía muchas ganas de contar", asegura.
De cara al público, Pilar Palomero confía en que los espectadores conecten con la historia y sientan la trama como "una invitación a estar más presentes, a disfrutar más o dar consuelo a quien viva algo similar". "Es importante hablar de los duelos y con la experiencia vivida transformarlo en algo que tenga cierta belleza o signifique algo para alguien", señala Palomero, que añade que algunas escenas están inspiradas en cosas que ella sintió.
Por último, preguntada acerca de sus posibilidades para ganar la Concha de Oro, la realizadora asegura que lo ve "muy difícil", si bien no es algo que se plantea. "Sería maravilloso, pero no es una meta. Si la película llega a la carrera de premios, será porque haya conectado con el público", contesta.
En este contexto, comenta que reivindica la importancia de los festivales a la hora de favorecer la asistencia a las salas. "Es una pena cuando las películas solo están una semana en cartelera. Se me rompe el corazón porque no da tiempo a que haya un boca-oreja ni nada. Es como si una película no se hubiera hecho y es lo más triste que le puede pasar a una cinta", lamenta.