MADRID, 28 Dic. (EDIZIONES) - El estreno de Blade Runner 2049 el pasado mes de octubre fue aplaudido por la mayor parte de la crítica. Sin embargo, en la taquilla mundial solo recaudó 258 millones de dólares. Un pobre bagaje para una superproducción de estas características y, más aún, con la carga sentimental que supone ser la secuela de una cinta tan icónica en el género de la ciencia-ficción. ¿Cuál fue entonces el error? Según Ridley Scott, director de la primera entrega y productor de esta secuela, el fallo principal sería la duración, a su juicio excesiva. "Es lenta, lenta. Larga, demasiado larga. Yo le hubiese quitado media hora", aseguró el cineasta en una entrevista concedida a Alarabiya.net durante la promoción de su nueva película, Todo el dinero del mundo. Unas palabras que el propio Scott confirmó en otra de sus recientes entrevistas. En este caso fue con Vulture con quien se confesó: "Tengo que tener cuidado con lo que digo, tengo que tener cuidado con lo que digo...", repitió el director antes de aclarar que Blade Runner 2049 fue "jodidamente demasiado larga. ¡Maldita sea! Y la mayor parte de ese guión es mío", exclamó el cineasta. "¿De verdad?", respondió sorprendido el periodista. A lo que Ridley replicó: "Sí, me senté con los guionistas durante un tiempo desmesurado y no me atribuyo ningún crédito, porque significaría que tendría que sentarme allí con una grabadora mientras hablamos. No puedo hacerle eso a un buen guionista. Pero tengo que hacerlo, porque para demostrar que soy parte del proceso real, tengo que tener una cantidad interminable de pruebas, y no puedo molestarme". El cineasta aclaró así que algunas de las ideas de Blade Runner 2049 proceden de su imaginación: "La segunda película va sobre qué le sucede al bebé [concebido en la primera]. Tienes que presentar al bebé, no puedes presentar a la madre, por lo que la madre tiene que morir inexplicablemente cuatro meses después de darle el pecho. Los huesos se encuentran en la caja al pie del árbol, eso es todo mío. Y la novia digital también soy yo. Quería una evolución de Pris, que es desmedidamente sexy en la película original, ¿verdad?". Scott se refirió así al personaje interpretado por Ana de Armas en la nueva película. Sin embargo, el cineasta decidió frenar su intervención y remató con un "no debería hablar... estoy siendo una puta".