MADRID, 5 Abr. (EUROPA PRESS) -
Más allá de un teaser lanzado como contraprogramación en la noche de los Oscar, The Irishman sigue siendo un misterio. La nueva película de Martin Scorsese sigue sin mostrar ninguna imagen, algo lógico teniendo en cuenta el enorme proceso de postproducción que requiere un filme que va a rejuvenecer digitalmente a prácticamente todos sus protagonistas. Algo que a Robert De Niro, una de las estrellas de la película, le parece "perfecto" ya que supondrá "30 años más de carrera".
The Irishman relata a través de varias décadas la historia real de Frank Sheeran, un matón que reclama haber matado a Jimmy Hoffa (Al Pacino). Por ello, la cinta tiene que realizar un gran trabajo de efectos especiales para que parte de su elenco rejuvenezca. Es el caso de Robert De Niro, pero también Joe Pesci o Harvey Keitel, los tres por encima de los 75 años.
En una entrevista concedida a IndieWire, el protagonista de la nueva película de Scorsese que produce Netflix ha explicado que la película aún no ha enseñado ninguna imagen porque "están intentando hacerlo de la mejor manera posible". "Lo que yo he visto pinta realmente bien", anuncia el actor en relación al trabajo de VFX.
"Si va a alargar mi carrera otros 30 años, por mí perfecto", dice De Niro que ya tuvo una experiencia con este tipo de tecnología en La gran revancha, película en la que también se le rejuveneció a través de procesos de VFX pero de manera menos sofisticada, pues los actores debían llevar en la cabeza un aparato para que el CGI funcionara. Como insiste el actor, en ese caso tenía que ponerse "aparatos que obstruían" y dificultaban la labor interpretativa.
Para The Irishman, De Niro cuenta que Scorsese estaba "preocupado de que no hubiera nada que distrajera" a la hora de rodar. "Había algunos puntos, algunas cosas que se reflejaban, todo bastante sutil", comenta el actor en relación a la filmación de The Irishman.
Además del experimentado intérprete, también Jane Rosenthal, productora de la película, ha señalado que esta tecnología lleva a un nuevo reto el proceso de rodaje, ya que los actores "no tienen que preocuparse sobre nada intrusivo". La idea era que "el proceso de trabajo actoral" fuera "lo más intuitivo posible", concluye.
Esta tecnología de rejuvenecimiento es la misma que se usó para Samuel L. Jackson en Capitana Marvel, por lo que el resultado de The Irishman debería ser similar al que se vio en la cinta. De momento, no hay apenas información sobre la nueva película de Martin Scorsese, que tiene previsto su lanzamiento en Netflix a lo largo de este 2019.