MADRID, 10 Ago. (EDIZIONES) -
"Fue la forma más tonta posible de hacer una película". Con esta contundente frase resume Russell Crowe el rodaje de Gladiator, el gran éxito que en 2000 dirigió Ridley Scott. Una cinta que, contra todo pronóstico, no solo consiguieron terminar sino que además ganó cinco Oscar, entre ellos el de mejor película.
"Teníamos 21 páginas de guión cuando empezamos a rodar. Normalmente son 110", reveló Crowe durante una entrevista realizada hace unas semanas a la BBC con motivo del estreno de Dos buenos tipos (The Nice Guys), un periodista de la BBC en la que reconoce que él, Scott y los guionistas David Franzoni, William Nicholson y John Logan improvisaron en guión a medida que iban rodando.
"Es la forma más tonta de hacer una película. De vez en cuando nos reunimos, tomamos una copa y nos reímos: 'Vaya bala esquivamos'. No sólo la hicimos... ¡Ganó el Oscar a la mejor película!", dice entre risas el actor que también recuerda cómo en mitad de la filmación "hubo un momento en el que Ridley tuvo que dar un día libre al equipo porque, sencillamente, no sabíamos que íbamos a rodar al día siguiente".
Las revelaciones de Crowe sobre el accidentado rodaje de la cinta de Ridley Scott, al que en todo caso exculpa de todo el caos y reconoce el mérito de no disparar los costes de producción en estas circunstancias tan adversas, hacen de Gladiator uno de esos titulos cuya producción fue un desastre, pero que luego contaron con el favor de la crítica y el público.
La cinta de Scott, con la que Crowe ganó el Oscar a mejor actor, consiguió además otras cuatro estatuillas, entre ellas la de mejor película, fue además un éxito en taquilla con una recaudación que superó los 457 millones de dólares.