Russell Crowe quiere rodar la secuela de Master and Commander

MADRID, 28 Nov. (EDIZIONES) -

En el año 2003 llegó a la gran pantalla Master and Commander: Al otro lado del mundo, épica cinta de aventuras navales protagonizada por Russell Crowe. El filme recaudó 212 millones de dólares y tuvo una gran aceptación por parte del público y la crítica, por lo que muchos se preguntan por qué no se ha realizado una secuela de la cinta. Russell Crowe ha retomado la cuestión y ha pedido ayuda a sus fans.

A través de su perfil de Twitter, Russell Crowe ha respondido a los rumores sobre la posible continuación de las aventuras del capitán Jack Aubrey. "A los amantes de Aubrey Maturin, escucho rumores sobre la posibilidad de que se proponga un segundo viaje. A los enamorados y aficionados de O'Brian, hacedle saber a 20th Century Fox vuestros deseos", escribe el oscarizado porotagonista de Gladiator.

For the Aubrey Maturin lovers , I do hear whispers indeed that a second voyage is perhaps potentially pre-proposed a possibility . So O’Brian affectionate’s and aficionados , let @20thcenturyfox know of your pleasure . pic.twitter.com/HqyE8y15Uu

— Russell Crowe (@russellcrowe) 27 de noviembre de 2017

Considerada una de las mejores cintas de gestas navales, Master and Commander mostraba el viaje de Aubrey Maturin, un capitán de la armada británica al mando del Surprise, a través del Atlántico durante las guerras napoleónicas de comienzos del siglo XIX. El filme de Peter Weir, ganador de dos premios Oscar, es una adaptación de la novela de Patrick O'Brien, que tiene hasta 19 secuelas.

En 2009 ya surgieron los rumores de que Crowe volvería a surcar los mares en una secuela de Master and Commander basada en la undécima entrega de la saga de libros de O'Brien titulada The Reverse of the Medal. En la novela Aubrey viaja hasta el Caribe, donde descubre a Samuel Panda, su hijo ilegítimo.

Russel Crowe se ha visto envuelto en una polémica recientemente a raíz de las denuncias de acoso sexual de Harvey Weinstein. Supuestamente Crowe y Matt Damon convencieron a una periodista del New York Times en 2004 para que no publicara un artículo sobre los abusos del cineasta.