MADRID, 24 Oct. (EUROPA PRESS) - El próximo miércoles 31 de octubre llega a los cines españoles 'Infiltrado en el KKKlan', la nueva película de Spike Lee que fue reconocida con el Gran Premio del Jurado en la última edición del Festival de Cannes. Un filme protagonizado por John David Washington, hijo del oscarizado actor Denzel Washington, y marcado por dos hechos reales separados por casi medio siglo de distancia. El primero, la rocambolesca historia en la que se basa y que en los años setenta protagonizó Ron Stallworth, el hombre que se convirtió en el primer detective negro en el Departamento de Policía de Colorado Springs y que, con la inestimable ayuda de algunos de sus compañeros, llegó incluso a infiltrarse en el Ku Klux Klan. El segundo tuvo lugar el pasado año en Charlottesville (Virginia), donde un coche embistió a un grupo de manifestantes que protestaban contra las marchas de supremacistas blancos convocadas en la ciudad. Un suceso que fue calificado por las autoridades como un acto de terrorismo doméstico y que se saldó con dos decenas de heridos, la muerte de Heather Heyer, una joven de 32 años, y la detención de su autor, James Alex Fields. "Aquello tuvo lugar en agosto y nosotros empezamos a rodar a mediados de septiembre", recuerda Lee que asegura que Charlottesville no hizo que cambiáran nada del guión o los diálogos del 'Infiltrado en el KKKlan'. "Solo añadimos algunas de las imágenes al final de la película", señala. Y entre esos añadidos están, además de las atroces imágenes del atropello y los disturbios de aquellos tensos días, las polémicas declaraciones que realizó el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tras el incidente y en las que afirmó que hubo violencia "por ambos lados". "Ese fue un ejemplo de cómo el que se supone que es el líder del mundo libre pudo condenar el odio... y no lo hizo", dice Lee en una entrevista con Europa Press en la que denuncia cómo la actitud del mandatario estadounidense, a quien se refiere como Agente Naranja -uno de los químicos utilizados por las tropas de EE.UU en la Guerra de Vietnam-, demuestra que "aquello que se vivía en los setenta está pasando otra vez". Y no solo en Estados Unidos, alerta, sino en todo el mundo. Lo mismo ocurre con el manido 'America First' ('Estados Unidos primero') y otros eslóganes muy actuales que en 'Infiltrado en el KKKlan' pone en boca de personajes de hace cuarenta y cincuenta años. Es la forma que tiene Lee de hacer aún más evidente la existencia de lo que define como el "ciclo del odio", un "manual" que durante décadas se ha puesto en práctica y que en estos días ilustra a quienenes venden el mismo odio de otra manera, camuflado entre problemas como el paro o la crisis. "Todas esas frases como 'Make America Great Again' o 'America First' no son nada nuevo. Ya se decían en los años 20. Lo que hacen ellos es reciclarlas una y otra vez. Es como un manual del que sacan todas esas cosas y cuyo componente básico es el miedo", expone el cineasta estadounidense que asegura que después de "sembrar ese miedo" ya solo tienen que "elegir una la cabeza de turco". "Los judíos, los inmigrantes... es el fascismo y su esencia. Usas el miedo para ganar poder político y seguir adelante con tu plan, no es nada nuevo", sentencia el director de 'Haz lo que debas' o 'La última noche'. Protagonizada por John David Washington, hijo de Denzel Washington, como el arrojado y pionero detective Ron Stallworth, y Adam Driver como su compañero en el cuerpo de policía, 'Infiltrado en el KKKlan' es una película comprometida y con un diáfano mensaje político, pero no exenta de humor e ironía. Un sarcasmo que, sin equiparar nunca a unos y otros, consigue sacar los colores a los radicalismos de ambos bandos. "Nunca quise equiparar el 'Black Power' con el 'White Power', son cosas totalmente distintas", replica Lee que asegura que todo el humor que destila el filme viene dado principalmente por la premisa "absurda" de la que parte: Un policía negro infiltrado en el Ku Klux Klan. "No tuvimos que sentarnos a prensar bromas o 'sketchs', el humor venía de la propia esencia de la historia", señala. Ya con la vista puesta en el futuro, el cineasta se muestra "ilusionado" y espera que no sean pocos los votantes de Trump que, tras todo lo sucedido, se replanteen el sentido de su voto en las inminentes elecciones legislativas del próximo 6 de noviembre. "Espero que sea el caldo de cultivo de cara a las elecciones presidenciales de 2020", dice esperanzado.