MADRID, 23 Nov. (EUROPA PRESS) - Cinco años después de alzarse con el Oscar a la mejor película por '12 años de esclavitud', Steve McQueen vuelve a ponerse tras las cámaras para llevar a la gran pantalla la historia de cuatro "heroínas" que le marcaron cuando era adolescente en 'Viudas'. Viola Davis, Michelle Rodríguez, Elizabeth Debicki y Cynthia Erivo son las protagonistas de una película de atracos con la que el cineasta británico pretende poner de manifiesto que "aunque nos gusta pensar que la igualdad existe, no es real". En su nuevo trabajo, McQueen recupera y actualiza la trama de una miniserie de la televisión británica de los años ochenta que marcó su adolescencia para relatar la historia de cuatro mujeres que, tras perder a sus esposos, deciden perpetrar el robo que éstos habían planeado y saldar así las deudas que dejaron pendientes. Cuatro viudas que se convirtieron en "las primeras heroínas" de un muchacho negro de Londres de 13 años y que han permanecido junto a él, como referentes de coraje y determinación, durante todo este tiempo. "Aunque parezca extraño, logré identificarme mucho con ellas. Eran cuatro mujeres a las que se juzgaba solo por sus apariencias y que todo el mundo pensaba que eran incapaces de hacer lo que hicieron", afirma McQueen en una entrevista con Europa Press en la que también señala que decidió trasladar la historia desde Londres, donde estaba ambientada la miniserie de 1983, hasta el Chicago actual buscando "explorar otras cosas más allá de lo que exponía la original". Y es que 'Viudas' es mucho más que la historia de cómo cuatro mujeres preparan y perpetran un golpe. Es un filme que también "habla de racismo, de política, de corrupción, de la policía o de la religión". "Y todo eso lo encontré en Chicago", afirma el cineasta que asegura que esta ciudad ofrece como pocas "diversidad en cuanto a razas y nacionalidades" porque allí, en un mismo espacio, convive gente venida de Polonia, de Lituania, de Italia, afroamericanos, latinos... "Contar con toda esta diversidad de forma natural en un mismo lugar era algo muy rico. Chicago es una suerte de Gotham, representa las grandes metrópolis como Madrid, Londres, Munich, Moscú, Sao Paulo... que permiten a las historias viajar de lo local a lo global", señala el director de 'Shame' o 'Hunger' que insiste, una y otra vez, en la idea de que los hombres que ostentan el verdadero poder están sordos ante muchos de los aspectos del feminismo y de movimientos como el Me Too y Time's Up. LA LUCHA CONTINÚA "Aquellos que están en el poder, especialmente los hombres, no van a renunciar fácilmente y la lucha continúa", proclama McQueen que cree que aunque la sociedad quiere pensar que algo esta cambiando, la realidad es bien distinta y "la igualdad no es real". "Nos gusta pensar que existe pero no la hay. Si fuera real yo no tendría necesidad de hacer estas películas y no tendríamos esta conversación", apunta el cineasta londinense que señala que esta triste realidad que percibe "día a día" se refleja, por ejemplo, en el hecho de que lo que más llama la atención del filme es que las cuatro ladronas sean mujeres. "Me suelen preguntar cómo es posible que cuatro mujeres lleven a cabo un golpe como este, pero si lo hicieran sus maridos... nadie preguntaría eso", lamenta McQueen que cree que "el mundo sería un lugar mejor si realmente existiera la igualdad, si tuviéramos más puntos de vista, diferentes ideas, diferentes perspectivas". "Sería tremendamente saludable, como se hace en la ciencia. En los experimentos, para llegar a una conclusión válida los científicos no usan solo un aspecto de su investigación, hay que tener en cuenta todas las variables posibles, todas las perspectivas y todos los puntos de vista. Esa es la respuesta, la ciencia", sentencia.