MADRID, 3 Nov. (EDIZIONES) -
La nueva película de Quentin Tarantino, la novena de su filmografía, sigue dando que hablar a todavía meses vista de su rodaje. El director continúa la búsqueda de protagonistas y, según informa Collider, los candidatos predilectos serían Brad Pitt y Leonardo DiCaprio, quizá alguno de ellos para el papel del famoso criminal Charles Manson. Visto así, Tarantino parece dispuesto a poner toda la carne en el asador de cara a lo que será su penúltimo largometraje.
Además de Pitt y DiCaprio- con quienes Tarantino trabajó en Malditos bastardos y Django desencadenado, respectivamente- se ha especulado con que Margot Robbie forme parte del elenco en el papel de Sharon Tate, quien fue asesinada por miembros de la secta de Manson. Tarantino también habría escrito un papel para Samuel L. Jackson, uno de los fijos en sus producciones a lo largo de todos estos años.
Esta novena cinta del director de Knoxville sigue buscando un nuevo estudio para su producción. Y es que Tarantino rompió relaciones con la anterior compañía, The Weinstein Company -que se hizo cargo de Los odiosos ocho hace dos años-, tras conocerse las acusaciones de abusos sexuales contra su fundador, Harvey Weinstein.
La relación de Tarantino y Weinstein se remonta a los inicios de la carrera del director, cuando Weinstein adquirió Reservoir Dogs para Miramax en el Festival de Cine de Sundance. Ya fuese con Miramax o con la citada Weinstein Company, Tarantino siempre ha contado con el respaldo de Weinstein.
Tan íntima era su relación que recientemente Tarantino confesó que conocía los abusos de Weinstein y aseguró que "debería haber hecho más".
LOS ASESINATOS DE LA FAMILIA DE MANSON
En cuanto a la trama del nuevo proyecto, se conoce que involucrará de alguna manera los asesinatos de Charles Manson. Sin embargo, tal y como asegura Deadline, se trata de un "drama ambientado en los años 60 o comienzos de los 70 en Los Ángeles" que abarcará mucho que simplemente la figura del psicópata.
El comienzo del rodaje de "la novena" está previsto para mediados de 2018 con vistas al estreno en 2019. Antes, Tarantino deberá decidirse por un nuevo estudio además de cuadrar las agendas de los actores que desea. Todo ello para sacar adelante un proyecto que, según varios medios, rondaría los 100 millones de presupuesto, algo equiparable a lo que en su día costó Django Desencadenado.