MADRID, 22 Nov. (EDIZIONES)
Los Monty Python están hoy de celebración: el escritor, actor y director Terry Gilliam cumple hoy 75 años, toda una vida marcada por el humor y la fantasía de sus películas.
Su capacidad para la animación, la cual demostró como dibujante en las revista Mad y Help, y su imaginación visual fueron claves en su trayectoria como cineasta. Sus primeros trabajos como director fueron los cortometrajes de animación Storytime (1968) y The Miracle of Flight (1975).
La primera película en la que Gilliam apareció como actor fue Se armó la gorda (1971) junto a Graham Chapman, John Cleese, Eric Idle, Terry Jones y Michael Palin, más conocidos como los Monty Python. Junto a ellos realizaría varios films memorables como La vida de Brian (1979) o Los caballeros de la mesa cuadrada (1975).
Y ahora, con motivo de su 75 cumpleaños, aquí tenemos las 10 películas imprescindibles en la filmografía como guionista y director de Terry Gilliam.
LOS CABALLEROS DE LA MESA CUADRADA Y SUS LOCOS SEGUIDORES (1975)
Dirigida por Terry Gilliam y Terry Jones y protagonizada por el segundo y por el resto de miembros de los Monty Python, la película, que obtuvo el reconocimiento de la crítica y el público y acabó convirtiéndose en una obra de culto, es una sátira llena de humor, ironía y sarcasmo sobre la Inglaterra Medieval cuyo principal objetivo era criticar los estereotipos vigentes en la sociedad del momento.
LA VIDA DE BRIAN (1979)
La vida de Brian es una película magistral de los Monty Python por su explotación de situaciones cómicas y por la ácida crítica que formula contra dos de los estamentos más firmemente asentados: la religión ("Tú eres el verdadero Mesías, y de eso entiendo porque he seguido varios")y la política.
EL SENTIDO DE LA VIDA (1983)
El sentido de la vida fue la última película que los Monty Python rodaron juntos y fue el retorno al formato de sketches utilizado en la serie de televisión Monty Pythons Flying Circus, pero en base a temas centrales como el nacimiento, la vida y la muerte para darle una continuidad.
BRAZIL (1985)
La obra maestra de Terry Gilliam, Brazil, es una mezcla de ciencia ficción, futuro distópico y comedia negra, que supone una de las obras cumbres del cine de los 80. En ella aparecen actores de la talla de Jonathan Pryce, Robert de Niro y Michael Palin.
LAS AVENTURAS DEL BARÓN MUNCHAUSEN (1988)
A pesar de ser el mayor fracaso económico de su carrera, ninguno de sus otros films consigue reflejar tan bien el universo personal del director y su forma de entender el cine como esta obra surrealista, romántica y cómica en la que aparecen John Neville, Eric Idle y Jonathan Pryce, entre otros.
EL REY PESCADOR (1991)
Protagonizada por Jeff Bridges y Robin Williams, la película se adentra en el mundo de los marginales, de los apartados de la sociedad escondidos en los suburbios y viviendo entre cartones pasando los días y las noches en el asfalto, recordando que tienen valores, sentimientos y que detrás de cada uno de ellos hay una historia personal.
12 MONOS (1995)
La jetée (1962) fue un corto visionario de Chris Marker que sirvió de inspiración a Gilliam para su historia, convirtiéndola en un film de acción y encumbrándola como una de las mejores películas de ficción de la década de los 90. En ella se puede ver a un joven Brad Pitt junto a Bruce Willis.
MIEDO Y ASCO EN LAS VEGAS (1998)
La película, protagonizada por Johnny Depp y Benicio del Toro, es tan sencilla como difícil de digerir debido a sus juegos psicodélicos, su escenario y su nula trama en favor de un conjunto de sin sentidos.
EL SECRETO DE LOS HERMANOS GRIMM (2005)
Revestida por la habitual bizarría visual y el sentido oscuro de las narraciones "para niños" de Gilliam, la película recrea de manera exhuberante, y con la presencia masculina de Matt Damon y Heath Ledger, una historia aposentada en la génesis de los cuentos de hadas que los hermanos Grimm recogieron de las leyendas y del folklore centroeuropeo.
EL IMAGINARIO DEL DOCTOR PARNASSUS (2009)
En esta película, en la que aparecen de nuevo Heath Ledger y Johnny Depp, las nuevas tecnologías proporcionan a Gilliam los recursos necesarios para plasmar sus ideas pudiendo dar rienda suelta a sus más mayores y absurdas extravagancias.