MADRID, 7 May. (EUROPA PRESS)
Hace varios años, el animador irlandés Tomm Moore realizó un viaje junto a su hijo por la costa oeste de la isla y descubrió la importancia que las historias populares tenían para la población y la "conexión" que suponían "entre la gente y sus paisajes". Llegó a la conclusión de que era esencial mantenerlas vivas y el resultado es 'La canción del mar', una historia que consiguió una nominación a la Mejor Película de Animación en la pasada edición de los Premios Oscar.
"Solo intento reinventar historias antiguas para hacerlas interesantes para los niños de hoy", ha manifestado el cineasta durante una entrevista concedida a Europa Press, con motivo de su visita a España para presentar esta cinta, que llega este viernes a las pantallas españolas.
Esta película, que ha sido descrita como una pieza onírica, tierna y melancólica, narra la vida de Ben y Saoirse, dos hermanos que viven en un faro, en la parte más alta de una pequeña isla, con su padre, quien para protegerlos de los peligros del mar los envía a vivir con su abuela a la ciudad.
Allí, Ben descubre que su hermana pequeña es una Selkie, un hada del mar, una niña foca que con su canción puede liberar a los seres mágicos del sortilegio que les hizo la Bruja de los búhos. En un viaje fantástico, Ben y Saoirse se enfrentarán a miedos y peligros, y lucharán contra la Bruja para ayudar a los seres mágicos a recuperar su poder.
Moore ha señalado que cuando leyó estas narraciones se dio cuenta de que no eran solo historias de sirenas, sino unos relatos relacionados con la "pérdida" que ayudaban a la gente de la costa a lidiar con estos sentimientos. Además, funcionan como "metáforas" o "alegorías", por lo que suponen una "manera interesante de introducir este concepto a los niños".
Lo más complicado de este proyecto fue realizar el mar, puesto que, según ha explicado Moore, "consume mucho tiempo hacerlo a mano". En este sentido, ante un trabajo tan complejo y delicado como es la animación, ha señalado que solo siente que el proyecto está terminado "el día después de que termine el plazo".
La "principal inspiración" de los artistas de todo el mundo que han trabajado en 'La canción del mar' ha sido viajar, una condición esencial para poder hacer atractiva esta historia para los niños, según ha asegurado.
"EDAD DORADA" DE LA ANIMACIÓN
Moore celebra que el cine de animación vive hoy en día una "edad dorada", aunque lamenta que al mismo tiempo se ha convertido en un "gran negocio" en el que tienen cabida también "comedias tontas para mantener a los niños ocupados mientras los padres hacen algo".
A su juicio, la animación es una manera especial de contar las historias, un "lenguaje diferente" que tiene "mucho que ver con los sueños". Mientras que en el cine con personajes reales se gasta "mucho dinero en efectos especiales y nadie se lo cree", en el campo al que Moore ha dedicado su vida "todo es más creíble cuando los personajes usan magia o se transforman".
En esta "edad dorada" ocupan un lugar importante Pixar y el cine japonés, en especial, Hayao Miyazaki ('El viaje de Chihiro', 'La princesa Mononoke'). Según ha destacado, ambos han cambiado "la percepción de la animación, porque la gente que ama el cine ha empezado a ver películas del estudio estadounidense y de Hayao Miyazaki, que son para todas las edades, todos pueden disfrutarlas".
El creador de 'La canción del mar' es consciente de que el cine europeo de animación "no puede vender el mismo número de entradas que un "blockbuster". No obstante, quiere verse "capaz de hacer una película que pueda hacer negocio, que la gente vaya a ver". "De otro modo, las películas se harán para un público muy reducido y eso no va a durar", ha advertido.
Por ello, a pesar del dominio en taquilla del gigante estadounidense, cree en el mercado europeo y destaca que el desafío es que los animadores del viejo continente encuentren su público hoy.
Moore, además optar a un Oscar, suma a su curriculum una nominación en los Premios César del cine francés y el premio en esta categoría en el Festival de Cine de Gijón. Todo este revuelo supone, en definitiva, "solo un arma profesional". "La gente espera que la película sea buena y le dan más oportunidades", ha dicho.