MADRID, 25 Ene. (EUROPA PRESS) -
El crítico literario Toni Montesinos publica 'Palabrería de lujo' (ediciones del subsuelo), un repaso por la historia de la intelectualidad francesa desde la Ilustración hasta nuestros días, con la que al autor pone de manifiesto que la sociedad actual "está a la espera constante de la guillotina".
"El acoso al que nos vemos sometidos por la información inabarcable es una total desinformación. La vida presurosa hace que se nos escape, porque tenemos que tener trabajo, ingresos, hipoteca y eso es al parecer la vida, cuando en realidad estamos viviendo una especie de farsa que tiene poco que ver con ella", ha señalado en una entrevista con Europa Press el autor.
Es por ello que Montesinos ha pedido "liberarse de la guillotina" acudiendo a la cultura y, en cierta manera, a esos principios de la Ilustración francesa que "tienen ver con la tolerancia social y la lucha contra el radicalismo y el fanatismo".
"Acudir a la cultura es lo que menos réditos da y a la vez lo más necesario a efectos humanos y éticos, que no todo se reduzca a números y estructuras financieras. Debemos hacer un replanteamiento y este periodo de la pandemia ha ayudado: lo hedonista no tiene nada que ver con el libertinaje, sino con el aprecio de lo que uno está haciendo", ha defendido.
En 'Palabrería de lujo' surgen nombres relevantes de las letras como el de Rimbaud, Celine o Verlaine, acompañados de otros pensadores como Diderot o Voltaire. Montesinos rescata una cita del Premio Nobel Mario Vargas Llosa en la que habla de "un vicio congénito" de la tradición literaria francesa a la palabrería de lujo. "Algo tienen de ser pedantes: siempre han sido tachados de tener un cierto aire de suficiencia hacia los demás, sobre todo a los vecinos del sur", ha ironizado el autor.
No obstante, cree que esa postura les ha permitido ser "transgresores y valientes" a la hora de expresarse. "Pero muchas veces les hace caer en infantilismos bastante tontos o provocaciones de un 'enfant terrible' muy poco ingenioso, más que en palabras de alguien que quiera cambiar el 'status quo' de la sociedad", ha lamentado.
Precisamente, el libro se cierra con una de esas figuras señeras de las letras francesas actuales, Michel Houllebecq, a quien dedica además numerosas páginas. "Houllebecq está muy bien y nos pone frente a las hipocresías sociales, pero también hay que tener cuidado de que no acabe como una burda provocación", ha alertado.
Desde Celine hasta Rimbaud, pasando por Focault, 'Palabrería de lujo' también pone el foco en la dicotomía autor y persona, y la posibilidad de juzgar las obras literarias en base a comportamientos sociales reprobables.
SARTRE VS. CAMUS
"Es difícil porque muchas veces a mí me atraen muchos autores más por su personalidad que por su obra y al revés, hay algunos autores que su vida no tiene relevancia y me quedo con sus textos. Hay veces en que realmente es mejor olvidarse de que Celine fue un tipo loco y neofascista", ha apuntado.
"Pero rebuscando un poco también hay muchísimos autores que merecería la pena conocerlos de cerca. Algunos ilustrados fueron personas execrables, Chateaubriand fue el colmo de la vanidad y Sartre debía ser insoportable, que rechazó el Nobel y quiso reclamar el dinero en un gesto deshonroso. Pero ¿quién puede decir que no quisiera conocer a alguien como Albert Camus? Al final nos tiene que quedar la obra y sobre todo lo que nos dice", ha destacado.
Respecto al futuro de la literatura, Montesinos no se ha mostrado muy optimista. "La literatura en mayúsculas murió hace mucho tiempo, con el advenimiento de los formatos digitales, y ahora las prosas están hechas con un lenguaje de revista, con errores estúpidos por la escritura rápida y sin pensar. Es una decadencia absoluta", ha concluido.