MADRID 30 Mar. (EUROPA PRESS) -
Gorka Merchán habla de cómo afecta el conflicto vasco a los ciudadanos del País Vasco "de todos los colores" en la película 'La casa de mi padre', que se estrena el próximo viernes en los cines. Carmelo Gómez, Emma Suárez, Juan José Ballesta, Verónica Echegui y Álex Angulo protagonizan esta "gran historia de amor", que más que en la cuestión política se centra en las emociones de sus personajes.
Txomin Garay (Gómez) es un empresario vasco que, tras verse amenazado por ETA, viajó a Argentina donde vive felizmente con su mujer (Suárez) y su hija (Echegui). Ante la grave enfermedad de su hermano Koldo regresa a su pueblo en el País Vasco. La vuelta implicará reencontrarse con sus raíces y con los motivos por los que decidió marcharse hace 10 años.
Mientras su mujer Blanca, temerosa de lo que pueda ocurrir, le pide marcharse pronto, su hija se aproxima a su primo Gaizka (Ballesta), un adolescente con los miedos e inseguridades de cualquier joven de su edad, y que junto a su cuadrilla de amigos comete actos de 'kale borroka'.
"A todos los personajes les mueve una gran historia de amor, que a veces se convierte en odio", explicó hoy en Madrid Merchán, quien detalló que mientras Txomin muestra su amor a su país con el regreso, su esposa muestra su amor a proteger a su familia. Gaizka, por su parte, tiene "un amor a su país, en mi opinión, mal encauzado".
UNA SOLUCIÓN
El director, que debuta en el largometraje con esta historia, cuyo guión ha escrito Iñaki Mendiguren, señaló que para preparar la película estuvieron en contacto con "gente de todos los colores" ideológicos. "En Euskadi hay ganas de solucionar muchas cosas, empezar a hablar para entendernos", consideró Merchán, que para dar vida a los protagonista habló con víctimas "de un lado y otro", políticos o familias amenazadas.
"La película tiene verdad y realidad", dijo sobre un filme que, no obstante, es una ficción que no ha querido ubicar ni en un lugar exacto ni en ninguna época en particular. "Hemos construido un pueblo imaginario con retazos de muchos sitios. Es una película atemporal y nos hemos centrado en las emociones de las personas", agregó.
Sobre las críticas, dijo que espera que la película "emocione y llegue al corazón". "Luego, cada uno tiene derecho a opinar", afirmó, reconociendo que el pase que se realizó en San Sebastián durante el Festival de Cine se vio "con otra sensibilidad" porque este asunto "allí duele más". Como detalló Suárez, la cinta "no toma partido ideológicamente" por unos u otros. "Muestra cómo el odio puede llegar a ser como una enfermedad", dijo la actriz, recordando que la cinta abre "un debate" al mostrar "las consecuencias" de la ideología de cada uno.
UN PROBLEMA "ENQUISTADO"
"A través de los medios parece que hay una unanimidad de pensamiento en el País Vasco, 'La casa de mi padre' viene a mostrar que Euskadi es una sociedad idéntica a las demás, pero con un problema más enraizado, enquistado", precisó Gómez, que al igual que Ballesta tuvo que entrenarse para rodar las escenas en las que juega a pelota vasca.
Echegui, por su parte, tuvo que practicar el acento argentino. Sobre su personaje, una chica que quiere estudiar periodismo, dijo que se sentía cercana a ella porque también tiene familia vasca. "Me sirvió para acercarme a esa realidad y ampliar mi punto de vista", dijo. Por último Angulo, que también encarna en el filme a un periodista que vive en Euskadi amenazado por ETA, detalló que se inspiró en víctimas como José Luis López de la Calle y que quiso llegar "a lo más profundo". "Mi personaje es un luchador de la libertad de toda la vida", concluyó.