Battleship: Rihanna y los alienígenas juegan a 'Hundir la flota'

Rihanna En Battleship
UNIVERSAL
Actualizado: viernes, 13 abril 2012 18:54

MADRID 13 Abr. (EUROPA PRESS - Israel Arias) -

Llega a las salas españolas Battleship, la película inspirada -muy libremente- en el popular juego de mesa Hundir la flota. Fuego y destrucción son el buque insignia de esta nueva superproducción que sí es palomitera pero que, esta vez, no es tridimensional.

Hace varios años leíamos que -espoleado por el éxito de taquilla de Transformers- Hollywood se lanzaba de cabeza a devorar la industria juguetera y adaptar míticos juegos de mesa como el Risk, el Trivial Pursuit, la Ouija o el Cluedo. El primero en llegar es Hundir la flota. Y, tras visionar la cinta de Peter Berg (Hancock, La sombra del reino), nuestros temores de antaño se han visto confirmados. Además con creces, ya que este juego de los barquitos con alinegínenas de por medio dura más de dos horas.

Sí. Extraterrestres. Este es el tremendo e innovador aporte con el que los guionistas Erich y Jon Hoeber nos deleitan para justificar las barrabasadas que cometen en la nada fácil transición del tablero a la pantalla.

Estos alienígenas no han venido al planeta azul para echar una amistosa partidita un domingo por la tarde, quieren, cómo no, invadirnos. Aunque esta vez es por nuestra imprudencia.

En el afán por descubrir si hay vida inteligente ahí fuera, hemos enviado señales a diestro y siniestro por todo el espacio que han revelado nuestra posición a los predadores que pueblan el universo. "Como cuando Colón descubrió América", dicen en la película. Pues no, los 'indios' no mandaron señales de humo dirigidas a Isabel y Fernando. Ni en eso aciertan.

Los esfuerzos por conseguir encajar en esta trillada premisa argumental los guiños al juego de mesa que ha justificado este despilfarro de fuegos de artificio, en lugar de dotar de cierta originalidad a la trama, la convierten en todavía más rocambolesca. Una historia trufada de clichés -tipo duro inadaptado, rubia explosiva y banderas estadounidenses por doquier- por la que van desfilando algunos rostros reincidentes en estas lides.

RIHANNA POR TODAS PARTES

Hablamos concretamente de dos: Taylor Kitsch, que parece que no tuvo bastante con John Carter y vuelve a ejercer de protagonista, y Liam Neeson, que últimamente estrena película una semana sí y otra también. Por ahí también está Rihanna que encarna a Cora Raikes y que, por cierto, está en todas.

La cantante del paraguas es el gran reclamo para las alfombras rojas y premieres de Battleship y se la trata como tal colando a su personaje en plano en cuanto hay la más mínima oportunidad. Y para una especialista en armamento como Raikes, en esta película hay muchas.

Porque otra cosa no, pero en Battleship secuencias de acción hay para dar y regalar. Y no pidan nada más. Ni lo ofrece ni lo pretende. No es su lucha. Y cierto es que en el cuerpo a cuerpo con sus rivales directos en la categoría de 'bockbuster pirotécnico/palomitero' -las recientes John Carter o Ira de Titanes- la película de los barquitos no sale especialmente mal parada.

Aunque no es menos cierto que la ponderación con cualquier título de mediana calidad es insoportable para la estridente, prescindible e, insistimos, larga, muy larga cinta de Peter Berg. Y es que si a partir de la hora y poco de metraje un producto en cuyo pabellón ondea como única bandera la del entretenimiento consigue que mires el reloj una y otra vez pidiendo clemencia... el barco se va a pique.

No podemos poner el punto final sin hacer una referencia al momento 'Oliver y Benji' que se vive en el tramo inicial de la película. Otro icono de la infancia que Berg mancilla a cuenta de lo que los yankis llaman soccer. ¡Ya no hay respeto por nada!