MADRID, 8 Mar. (EUROPA PRESS - Israel Arias) -
Veintiuna películas después, un personaje femenino protagoniza en solitario un filme de la franquicia cinematográfica más taquillera de la historia. El tardío y 'marketiniano' hito marvelita tiene como protagonista a Carol Danvers, alias 'Capitana Marvel', la superheroína más poderosa de la Casa de las Ideas y el rostro llamado a liderar su Universo Cinematográfico en la nueva era, la Fase 4 que se abrirá tras Vengadores: Endgame.
La ganadora del Oscar Brie Larson (La Habitación, Kong: La isla calavera) se planta la estrella en el pecho y carga sobre sus hombros, sin flaquear, con casi todo el peso de una historia de orígenes ambientada en los noventa y marcada por un ancestral conflicto galáctico y por la búsqueda de identidad de su portentosa y obstinada protagonista. Una aventura de autodescubrimiento y empoderamiento que llevará a Carol del espacio sideral hasta el planeta C-53 (a.k.a. La Tierra) para enfrentarse a un pasado que le fue arrebatado y al origen de unos poderes cuyos límites ni siquiera conoce.
La excelente química entre Larson y un Samuel L. Jackson, retocado digitalmente para dar vida al joven Nick Fury, los atinados alivios cómicos, la selección noventera de su banda sonora, el penúltimo cameo de Stan Lee, el pertinente rosario de 'easter-eggs' y una 'adorable gatita' robaplanos son algunos de los elementos que aderezan un conjunto que, a pesar de estar un par de escalones por debajo de las mejores películas del UCM, cumple sobradamente como disfrutable y muy entretenida tarjeta de presentación del nuevo buque insignia de la factoría que dirige Kevin Feige.
Así, y aunque las inevitables comparaciones con dos buenas pero sobredimiensionadas películas, su futuro 'compi' Black Panther y la Wonder Woman de la Distinguida Competencia pudieran jugar en su contra, en su vuelo iniciático 'Capitana Marvel' sortea estos y otros obstáculos -su sobreexposición mediática como hito feminista en tiempos del Mee Too y el Time's Up o la alargada sombra de Infinity War combinada con la sed de Endgame que reina en el fandom- y consigue funcionar como sólida y atractiva puesta de largo de un personaje llamado a liderar la hipertaquillera saga cinematográfica Marvel que, además, aporta algunos elementos muy estimulantes a la trama cósmica del UCM.
El conflicto entre los Kree y los Skrull, la guerra intergaláctica que más juego ha dado en las grapas, sirve además para poner encima de la mesa el siempre necesario mensaje -especialmente en los tiempos que corren- sobre los refugiados y los tiranos de la paz, aquellos que, en nombre del bien común y la seguridad, se ven autolegitimados para cometer cualquier tipo de atrocidad.
Alegoría política que, sumada a su decidida huida de tics paternalistas y estereotipos y a su sororidad práctica, enriquece la 'buddy movie' de Carol Danvers y Nick Fury. Una película de hechuras argumentales siderales pero espíritu familiar que deja un escenario claro y diáfano para que la Capitana, icono de la resiliencia desde su más tierna infancia, pueda ponerse al frente de los Vengadores sin tener ya absolutamente nada que demostrar.