MADRID 29 Dic. (EUROPA PRESS - Israel Arias) -
No hay química entre los protagonistas, no hay tensión narrativa, tampoco golpes cómicos y el presunto giro de guión es más que predecible. Estos son, en resumen, algunos de los grandes defectos de The Tourist, la cinta que protagonizan Angelina Jolie y Johnny Depp.
No es posible que un director que alumbró la magistral La vida de los otros firme una cinta tan hueca. Y menos si tiene un apellido tan largo e impronunciable. Pues sí, Florian Henckel-Donnersmarck lo ha hecho.
Tras conquistar el Oscar el germano lo tenía todo para consagrarse en la meca del cine con su segundo largometraje. A su disposición pusieron a Depp y Jolie, dos de las estrellas más rutilantes del firmamento hollywoodiense, una historia de solvencia probada -remake del film francés 'El secreto de Anthony Zimmer'- y unas localizaciones de ensueño. Pero no ha aprovechado la oportunidad y se limita a convertir su película en un spot publicitario de Venecia, sus lujos y sus glamourosos rincones.
PERDIDOS EN VENECIA
Inmersos en esta suerte de pseudothriller romántico, que bien pudiera ser una de esas galas de sábado noche titulada ¡Venecia, que hermosa eres!, Depp y Jolie, Jolie y Depp, no ayudan para nada a sobrellevar la más de hora y media de metraje.
Ella está demasiado tísica para despertar la libido del respetable como antaño y no se molesta en poner nada de alma en su personaje. Todo su esfuerzo se centra en lucir palmito. Una pena, más por lo primero que por lo segundo.
Y él... pues está a lo suyo: 'Sparrowear' en cuanto tiene la más mínima oportunidad. De hecho, a Depp y sus ridículos aspavientos en pijama debemos las dos únicas sonrisas que se dibujan durante toda la proyección. Ya estaba ensayando para verse las caras con la preñada bucanera Pe en Hawai.
Demasiado poco para un "divertido regalo de Navidad" que nos intentan vender evocando a Wilder (El Apartamento) o Lubitsch (Ser o no ser). Hacer comedias que siquiera evoquen la esencia de tales joyas también es un arte. Un arte que, visto lo visto, no está al alcance de cualquiera.