MADRID 5 Mar. (EUROPA PRESS) -
La bailaora Eva Yerbabuena rinde homenaje a la "melancolía, el desamor y la insensibilidad" en 'Lluvia', su último espectáculo, que estrena hoy en el Teatro Español de Madrid en el que estará hasta el 15 de marzo. Esta es su séptima coreografía después de que el año pasado su compañía cumpliese el décimo aniversario.
La artista explicó hoy que 'Lluvia' es "un espectáculo especial", muy diferente a lo que ha venido haciendo hasta ahora. Una de las peculiaridades del mismo es el trabajo que ha desarrollado con niños de la ONCE a los que dedica una de las coreografías, 'Palabras rotas', para la que ha contado con la colaboración de José Tirado, quien les ha ayudado a aprender la lengua de signos.
Asimismo, Yerbabuena cuenta en su haber para esta función con el poema 'El silencio hace daño cuando es puro', escrito para la ocasión por Horacio García. Fiel a la composición musical de Paco Jarana, la bailaora ha recuperado en este espectáculo sonidos antiguos que combina con palos clásicos y ritmos diferentes: Trémolos, Milongas o Alegrías se funden con Frecuencias, Tarantas, Soleás, Bulerías, y Tanguillos que, en esta ocasión, dedica a sus abuelos y a lo que se une esa música especial creada para gente no oyente.
PROCESO ENRIQUECEDOR
Eva Yerbabuena confesó que éste no es su mejor momento para hacer un elogio de la alegría. "Para un artista las cosas deben hacerse por amor. Y luego viene el desamor. Un alto porcentaje de las creaciones nos hace llorar y sentir y además también hay mucha insensibilidad en el ser humano. Todo esto es lo que he querido expresar aquí. Es la inquietud que tenía", explicó.
"Para mí llueve desde mucho antes de estar en escena, por mi experiencia vivida -confesó-. Este espectáculo significa precisamente eso aunque al público le puede suscitar otras cosas. Yo diría que puede ser pasado, presente y futuro".
La bailaora calificó de "enriquecedor" el contacto que ha mantenido con los niños de la ONCE. "Me han proporcionado detalles de gran ayuda", declaró reconociendo su temor inicial a ese primer encuentro. "Ellos me quitaron rápidamente todos los miedos. Fue maravilloso. Pienso que el problema no lo tienen estos niños sino que es nuestro", apostilló.