Los Premios Nacionales de Traducción, contra la precariedad: "Vivir de esto es díficil y duro, pero alcanzable"

Publicado: martes, 17 octubre 2023 18:45

   MADRID, 17 Oct. (EUROPA PRESS) -

   El crítico literario Carlos Fortea, galardonado con el Premio Nacional a Mejor Traducción por su labor con la obra 'Los Effinger: una saga berlinesa', y Celia Filipetto, Premio Nacional a su obra, han lamentado la "precariedad" de su profesión, si bien reivindicando la posibilidad de vivir de ello.

   Así, Fortea ha asegurado que "vivir" de la traducción es "alcanzable", aunque es un trayecto "difícil y duro". "Requiere mucho esfuerzo, mucho trabajo y tener un nivel de encargo muy alto para poderse mantener. Por eso la mayoría de nosotros lo compartimos con algún otro oficio", ha señalado en declaraciones a Europa Press el premiado, quien ejerce además como profesor en la universidad de Salamanca.

   Fortea ha reconocido que podría considerarse una profesión "precaria", poniendo el foco en las tarifas pagadas, "muy bajas y sin subidas desde hace años". "Si de algo nos acordamos todos los colegas en un día como este es precisamente en que la profesión tiene unas condiciones que, muy de vez en cuando, permiten alegrías como la de hoy", ha remarcado.

   Por su parte, Celia Filipetto ha recibido el galardón como un "broche de oro" a sus 40 años de trayectoria en la traducción en los que ha podido acercarse a varios géneros y obras de decenas autores, entre los que ha destacado a las escritoras italianas Elena Ferrante o Natalia Ginzburg.

   Asimismo, ha reivindicado el papel del traductor que si bien recibe más reconocimiento por parte del público con apoyo de los 'fandom' de determinadas obras a través de redes sociales, sigue estando poco visibilizado. "Es importante que los nombres de los traductores aparezcan en todas las reseñas de libros y en los medios de comunicación", ha demandado.

   En este sentido, ha lamentado que el sector de la traducción de libros, como "todos los trabajos relacionados con el intelecto", "padece de precariedad y va acompañado de esa idea generalizada de que con que te den una palmadita en el hombro ya estás pagado". "Pues no, eso no debe ser así, es un trabajo que debería reconocerse también con una remuneración justa y equitativa", ha sentenciado.