MADRID, 1 Dic. (EUROPA PRESS) -
La maderada, que es un transporte fluvial de la madera, ha sido declarada este jueves por la UNESCO como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, tras la candidatura conjunta de España, Alemania, Austria, República Checa, Letonia y Polonia.
La decisión ha sido adoptada por el Comité del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO reunido esta semana en Rabat (Marruecos). La maderada tiene su origen en la Edad Media, cuando se utilizaban balsas para transportar madera, mercancías y personas utilizando las corrientes naturales de agua.
En España, esta tradición está más arraigada en Cataluña, donde en 2003, la Diada de los Raiers (ganchero en catalán, que es el oficio) fue declarada Fiesta Tradicional de Interés Nacional. Desde 1979, cada primer fin de semana de julio, la Associació de Raiers del Noguera Pallaresa aprovecha que es el momento del año en el que más agua desciende para celebrar la Diada de los Raiers según señala Patrimonio Cultural Catalán.
Esta aprobación se une al toque manual de campanas español que, este pasado miércoles, entró a formar parte de la Lista Representativa de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO.
Con estas dos nuevas inscripciones, España suma ya 19 manifestaciones culturales declaradas Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, listado que podría aumentar si se incluye la candidatura del 'Timber Rafting', que también se analizará este jueves.
En este sentido, la UNESCO también decidirá sobre la inscripción en el Registro de Buenas Prácticas de Salvaguarda la candidatura conjunta de España y Portugal 'Ponte...nas ondas!'. Esta iniciativa, en la que participan Galicia y tres regiones de Portugal (Minho, Trás-os-Montes y Douro), se dirige a la población escolar y está impulsada por una asociación de profesores con el objetivo depromover la integración del patrimonio cultural de los conocimientos tradicionales y los rituales festivos en el ámbito escolar.
Además, también se podría sumar cuatro ejemplos incluidos en el Registro de Buenas Prácticas de Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, un instrumento que reconoce las experiencias notables en programas, proyectos y actividades de salvaguarda de patrimonio cultural inmaterial para poder transmitirlas a otros países.