MADRID, 22 Abr. (EUROPA PRESS) -
Frases célebres que nunca se escribieron, leyendas sobre su autor, una secuela apócrifa o varios gazapos en una descuidada primera edición son algunas de las muchas curiosidades que adornan a la magna obra de Miguel de Cervantes.
Con motivo de la celebración del Día del Libro, que se conmemora cada año el 23 de abril en honor a la muerte del autor español de otra gran leyenda de la literatura, William Shakespeare, recordamos diez curiosidades sobre 'El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha'.
EN UN LUGAR ¿REAL? DE LA MANCHA
"En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor". Aunque en el arranque de su gran obra Cervantes no quisiera acordarse de aquel lugar, todo apunta a que existió realmente. Múltiples estudios se han realizado sobre la materia y la mayoría apuntan a dos localidades de Ciudad Real como candidatas, Argamasilla de Alba y Villanueva de los Infantes.
¿ESCRITO EN LA CÁRCEL?
"¿Qué podrá engendrar el estéril y mal cultivado ingenio mío, sino la historia de un hijo seco, avellanado, antojadizo y lleno de pensamientos varios y nunca imaginados de otro alguno, bien como quien se engendró en una cárcel, donde toda incomodidad tiene su asiento y donde todo triste ruido hace su habitación?". Esta frase del prólogo no aclara si hay un sentido literal o metafórico, pero la no son pocos los expertos que, puede que llevados por el atractivo que el dato conlleva, afirman que el Quijote se ideó, e incluso empezó a escribirse, mientras Cervantes estaba prisión.
Dos son los momentos de la vida del autor que se antojan ideales para sostener esta teoría: El otoño de 1592, fecha de su estancia forzosa en Castro del Río (Córdoba), y los últimos meses de 1597, cuando fue encarcelado en la prisión de Sevilla. En todo caso, puede que en su Prólogo Cervantes utilize el término 'engendrar' más como sinónimo de 'imaginar' que de 'escribir' o 'redactar'.
LOS GAZAPOS DE CERVANTES
Escrita en la cárcel o no, lo cierto es que la primera edición del Quijote contenía muchos errores e inexactitudes en su trama. Gazapos que Cervantes pasó por alto y que provocaron, por ejemplo, que Quijote y Sancho cenaran dos veces la misma noche o que el burro del escudero apareciera por arte de magia tras ser robado. Cervantes corrigió dichos errores en la segunda edición.
CASI 400.000 PALABRAS
El Quijote contiene unas 381.000 palabras, un número que varía si hablamos de castellano antiguo o de su versión actualizada. De todas ellas casi 23.000 son términos diferentes, el decir, no repetidos.
LA CITA INCORRECTA
Y entre todas las frases que formaron ese torrente de geniales palabras hay una que ha pasado a la posteridad como una de las citas más célebres del Quijote... pero que en realidad no aparece en el libro. Se trata del manido "Ladran, Sancho, señal que cabalgamos".
Cervantes no escribió esa frase y, es más, ni siquiera hay alguna parecida en el Quijote. Se trata de la versión popularizada de un fragmento del poema Labrador (1808) de Goethe: "Pero sus estridentes ladridos; sólo son señal de que cabalgamos".
UN TÉRMINO PROPIO
La trascendencia del personaje de Cervantes es tal que tiene su propia entrada en la RAE... y con dos acepciones. La primera hace referencia a su carácter y filosofía "Hombre que, como el héroe cervantino, antepone sus ideales a su provecho o conveniencia y obra de forma desinteresada y comprometida en defensa de causas que considera justas", mientras que la segunda se refiere a su aspecto físico: "Hombre alto, flaco y grave, cuyo aspecto y carácter hacen recordar al héroe cervantino".
SECUELA
Tras el éxito de la primera parte, se lanzó una continuación que no era obra de Cervantes sino de un tal Alonso Fernández de Avellaneda. Ante tamaña afrenta, a la que hace referencia en el prólogo, el escritor decidió publicar él mismo la secuela en la que incluye un personaje, Álvaro Tarfe, de aquel Quijote apócrifo para ridiculizar a su rival.
QUIJOTE Y SANCHO, ESTRELLAS
El gran éxito de la primera parte salpicó a sus protagonistas en sus aventuras posteriores. De hecho, algunos de los personajes que aparecen en la segunda parte de la novela han leído el libro y reconocen a Don Quijote y a su fiel escudero Sancho.
CERVANTES NO SACÓ RENDIMIENTO
Y mientras que sus protagonistas eran casi estrellas dentro de su propio universo literario, Cervantes no vio reconocido económicamente el gran éxito de su obra. En aquellos tiempos los autores de los libros tan solo ganaban una cantidad al dar su permiso para imprimirlos.
LA MEJOR NOVELA DE LA HISTORIA
Y no lo decimos nosotros en un ataque de orgullo patrio. En una encuesta del Instituto Nobel realizada en 2002 entre 100 escritores de 54 nacionalidades distintas, la obra de Cervantes fue elegida como la mejor obra de ficción de la historia. En busca del tiempo perdido, de Marcel Proust, quedó en segundo lugar.