La escritora madrileña sostiene que la derecha española reclama su derecho a gobernar "por gracia divina"
SEVILLA, 26 Mar. (EUROPA PRESS) -
La escritora madrileña Almudena Grandes afirmó hoy en Sevilla que cada mañana "fusilaría" a dos o tres voces que le "sacan de quicio", ya que "estamos en un país en el que la derecha española recuerda más a la de la II República que a la del franquismo", donde se vuelve a reclamar el derecho a gobernar "por gracia divina".
En rueda de prensa para la presentación de su última obra 'Corazón helado'(Tusquets), la autora señaló que la derecha "no ha sabido reaccionar como un partido político derrotado, sino como un terrateniente expropiado o alguien a quien le roban el bolso". Así, resaltó que "es una reacción que se ha repetido a lo largo de la historia pero, que esta vez, el Ejército, la coyuntura internacional, las instituciones y los ciudadanos ya no son lo que eran".
Asimismo, la autora explicó que se trata de una novela que cada español "tiene por escribir", donde se "deshiela" la memoria histórica de España a través del retrato de dos familias y la búsqueda de un pasado común. Además, añadió que ha sido una de las obras "más difíciles" de su carrera literaria, no tanto por su extensión de cerca de 1.000 páginas, sino por "la complicada tarea de encontrar un tono adecuado que conjugara el trabajo de documentación con las características del relato novelado".
De esta forma, señaló que su objetivo no era crear un libro de no ficción, sino "una novela política, aunque no panfletaria, porque los panfletos dañan incluso aquella ideología que pretenden defender". Sin embargo, añadió que la política se aborda "desde el punto de vista de los sentimientos de los personajes", alejándose del apelativo "sentimentalista" para evocar el de "sentimental y seco".
Grandes apuntó que el viaje que sus protagonistas emprenden en busca de su memoria familiar es, igualmente, "el trayecto de un país que indaga para reencontrarse con su historia". A este respecto, la escritora confesó sentirse "tremendamente responsable" con cada una de las palabras escritas, "intentando huir de todo tipo de interpretaciones erróneas y espontáneas".
La autora destacó que al debate sobre la memoria histórica sería "más justo" ubicarlo en torno a la "memoria colectiva", ya que se trata de "una proyección natural como resultado de la suma de infinidad de memorias individuales". Al hilo de ello, se confesó "exhausta y sin fuerzas" para volver a adentrarse en un proyecto de "tal envergadura". Así, la novela recoge "casi un siglo de la historia de España, desde la II República, pasando por la II Guerra Mundial, hasta llegar a los años 70 y nuestros días", añadió Grandes.
LOS LECTORES, "MI LIBERTAD".
Igualmente, la autora incidió en que los lectores "son mi libertad", ya que "en el momento en que los lectores me abandonen sólo me queda dejar de escribir o escribir sobre lo que los demás quieran que escriba". Además, resaltó que un escritor "no puede proponer obras de trascendencia generacional, sino que son los lectores quienes le otorgan este papel".
Por otra parte, la autora de esta novela que definió como "muy madrileña", confesó no entender el motivo por el que muchas de sus obras han sido llevadas a la gran pantalla, ya que "son textos difíciles de adaptar por su estructura y complejidad". Por último, concluyó diciendo que su colaboración e implicación con la directora de 'Atlas de la geografía humana', Azucena Rodríguez no respondía a circunstancias profesionales sino a una "relación de amistad".