MADRID 22 Oct. (EUROPA PRESS) -
El escritor libanés Amin Maalouf, premio Príncipe de Asturias de las Letras 2010 y miembro de la Academia Francesa, presenta en España el libro 'Los desorientados' (Alianza Editorial), en donde reflexiona sobre el exilio, la identidad y el choque de culturas entre Oriente y Occidente.
El título del libro alude, según el autor, a un grupo de personajes que fueron amigos durante su juventud, pero luego con el tiempo se han dispersado "enemistado y perdido de vista", pero también hace referencia al sentido de desorientación del mundo en general.
"Ahora estamos todos un tanto desorientados", subraya Maalouf, quien confiesa sentirse "impotente" en la búsqueda de la armonía en las sociedades y ante el recrudecimiento de los conflictos internacionales.
FALTA DE COHERENCIA EN LA COMUNIDAD INTERNACIONAL
En este sentido, denuncia el "deterioro" en las relaciones internacionales y la crudeza de los conflictos. "Ahora vivimos conflictos de una violencia sin precedentes", señala Maalouf, para quien sería necesario crear una verdadera "comunidad internacional" con una "política coherente" a la hora de decidir si se interviene o no en los conflictos de otros países. "No hay coherencia en la actitud de la comunidad internacional", subraya.
En la novela, Maalouf narra la historia de Adam, un reputado historiador que vive exiliado en París, lejos de su patria de la que huyó hace veinticinco años. Adam ha pugnado por olvidar sus recuerdos de la infancia, pero basta una llamada para que resurjan.
Mourad, su mejor amigo de la infancia, se está muriendo. Su último deseo es reconciliarse con él. Tras décadas de ausencia, Adam está de vuelta en su país de origen, un país oriental de montañas lechosas. El intelectual exiliado vuelve a descubrir los lugares y la gente que amaba, y que sin embargo eligió abandonar sin una mirada atrás.
Su pasado le atrapa: recuerda a sus antiguos amigos y la guerra que los dividió. Adam es alojado por la bella Semiramis, mientras averigua qué ha sido de sus amigos de la infancia. Todos han elegido caminos diferentes en sus vidas, y alguno tiene sangre en las manos.
Preguntado por la solución para el mundo árabe, Maalouf insiste en su idea de que sería necesario que estallase "una revolución volteriana" en los países árabes y "un siglo de las luces" que fomente la democracia y se recupere el respeto hacia las personas y las minorías más desfavorecidos.
LOS FALLOS DE LA PRIMAVERA ÁRABE
En este sentido, critica que la Primavera Árabe, a pesar de lucha por la democratización, no haya sido portadora de cambios sociales en el ámbito de las mujeres y de las minorías más desfavorecidas. "Ahora estamos en un periodo transitorio cuyo desenlace ignoramos en absoluto", advierte este autor, quien tras la guerra del Líbano se exilió en Francia en donde trabajó como redactor-jefe de la revista Jeune Afrique.
En esta misma línea, reconoce que la balanza en el mundo árabe se puede inclinar tanto hacia un lado ( más democrático) como hacia el otro ( regímenes más autoritarios) y asegura que Occidente puede ayudar a los países árabes en su camino a la democratización.
"Estoy a favor de la intervención en el momento en que un país no puede resolver sus propios problemas, entonces tienen que intervenir otros para poner freno al sufrimiento de la población", explica Amin Maalouf y pone como ejemplo de buena intervención el caso de Libia. "Sin una intervención, hubiera sido una matanza", destaca.
Asimismo, señala que sería necesario intervenir en Mali, porque entre ellos "no pueden gestionar la situación" y se está aplicando una "política totalmente destructiva". Sin embargo, considera que la intervención que se hizo en Irak fue "desastrosa".
Con todo ello, para el autor de 'León el Africano', 'Samarcanda' y 'Las cruzadas vistas por los árabes', la solución a los conflictos entre comunidades pasan por un mayor conocimiento de sus culturas. "La incomprensión es fruto del desconocimiento", señala el autor.
"Yo soy uno de esos viejos dinosaurios que piensa que para conocer bien a una cultura también hay que conocer su literatura", señala Maalouf, un autor que cultiva la narrativa, el ensayo y la ópera.
Entre los numerosos premios que ha recibido, cabe destacar el Maison de Presse, el Goncourt y el citado Príncipe de Asturias 2010 en reconocimiento a toda su obra y a su empeño en estrechar lazos entre Oriente y Occidente.