Daniel Mendelsohn se propone en 'Los hundidos' "recuperar la individualidad" de seis familiares víctimas del Holocausto

Actualizado: viernes, 19 octubre 2007 17:21

MADRID, 19 Oct. (EUROPA PRESS) -

El escritor estadounidense Daniel Mendelsohn publica 'Los hundidos' (Destino), en el que se propone "recuperar la individualidad" de seis familiares suyos víctimas del Holocausto nazi, según dijo hoy el autor. Licenciado en Filología Clásica, Mendelsohn trae a España el libro tras su gran acogida en su país natal, donde fue premiado el año pasado con el Books Critics Circle Award y el National Jewish Book Award. La obra es un híbrido entre investigación histórica, memorias y libro de viajes.

El escritor contó el origen de este proyecto, en el que ha invertido más de cinco años: "Crecí en una familia marcada por el fantasma de una desaparición, la de mí tío abuelo, su mujer y sus cuatro hijas adolescentes. Había un sentimiento de culpa familiar porque mi tío abuelo pedía ayuda desde Polonia y no fue correspondido". Según explicó Mendelsohn, en 1939 se sabía donde estaban sus seis parientes, pero en 1944 ya no quedaba ni rastros de ellos. "He querido dejar de evitar el pasado y acudir a su mismo centro para averiguar qué ocurrió".

La raíz de esta motivación es la "necesidad de reconexión con el pasado". Mendelsohn es hijo de inmigrantes: "Crecí en unos suburbios de New York construidos unos meses antes de que yo naciera. No sabía nada de mis orígenes reales. Sentí que había llegado el momento de viajar a Europa y conocer la verdad". El escritor se crió oyendo hablar a sus padres de la vieja Europa, un continente que "se había convertido en algo mítico" para él. Por ello, sintió una "gran emoción" cuando comprobó que "se trataba de un sitio físicamente real". Empezó así una aventura de recopilación de información que le llevó a recorrer medio mundo.

HOLOCAUSTO NAZI

Los familiares de Mendelsohn fueron seis de los seis millones de víctimas del Holocausto nazi. En este sentido, el norteamericano recordó la frase de Borges que dice que un muerto es una tragedia y un millón de muertos, solo una estadística: "Quería recuperar esas identidades. El Holocausto tenía como objetivo matar personas, pero también matar la memoria, que no quedara rastro de ellos". Este afán de los nazis explica por qué "cada pequeño detalle" que el escritor ha conseguido recopilar "sea una victoria sobre los asesinos". "Cualquier recuerdo saca a esas personas del olvido, permite poner personalidad a las fotos que nos quedan de ellos", añadió.

El Holocausto fue "la culminación de un proceso de miles de años en Europa por intentar acabar con los judíos". Sin embargo, con el paso del tiempo "la masacre se va distanciando y cada vez es más fácil recordarla como algo abstracto". De ahí la importancia que tiene para Mendelshon excavar en el pasado: "Cuando acabé me quedó una sensación de plenitud. Sentí lo mismo que sentía un superviviente del Holocausto con el que conversé: satisfacción, pero no alegría". El escritor hizo además una analogía entre su proceso personal y "lo que se está haciendo en España", en referencia a la Ley de la Memoria Histórica.

UN GÉNERO LITERARIO NOVEDOSO

El escritor Antonio Muñoz Molina es vecino de Mendelsohn en Nueva York. Para Muñoz Molina, el libro es revolucionario: "Mendelsohn ha creado una forma literaria nueva. La obra es de una originalidad muy profunda porque cuenta con todas las armas de la literatura pero no se ajusta a ningún género". El andaluz calificó al libro en primer lugar de "una memoria personal" de un autor que "necesita engancharse a un pasado que le ha quedado muy lejos". Un segundo rasgo convierte al libro en una investigación histórica, por lo que "la memoria personal y la memoria pública se mezclan".

Además, Muñoz Molina añadió una tercera característica: "También es un fascinante libro de viajes en el que el planeta entero se convierte en el escenario de la trama". En su búsqueda, Mendelsohn recorrió zonas tan distantes como Escandinavia, Israel o Australia. Ante todo, para el escritor español el libro es un "buceo por el pasado, que es un país que todos queremos visitar", algo imposible ya que "somos prisioneros del tiempo".