MADRID, 2 Feb. (EUROPA PRESS) -
El periodista Gavin Edwards desgrana en el libro 'Cómo ser Bill Murray' (Blackie Books) la filosofía vital del actor estadounidense, protagonista entre otras películas de 'Lost in Translation' o 'Los cazafantasmas', del que cree que, "como buen comediante e improvisador, aplica la máxima de 'vive el momento' a todo lo que hace".
Para Edwards, es "imposible" conocer al verdadero Bill Murray, puesto que tiene diversas caras: "el intérprete, el dios bromista, el intelectual, el fanático de los deportes o el hombre de familia".
No obstante, el periodista ha explicado en una entrevista con Europa Press que la "faceta principal" del actor (quien alcanzó aún más popularidad con 'Atrapado en el tiempo', un particular homenaje al Día de la Marmota que se celebra cada 2 de febrero) es la apuesta por "la libertad".
"Por ejemplo, a él le encanta rodar películas, pero tiene claro que no va a organizar su vida en función de Hollywood. Para Murray es más importante poder comprarse un billete de avión en cualquier momento a cualquier lugar y vivir una aventura", ha aseverado Edwards.
'Cómo ser Bill Murray' descubre aspectos menos conocidos de la vida del cómico (por ejemplo es padre de seis hijos), además de recordar algunos de los sucesos más imposibles que ya se han hecho mito en todo el mundo (la aparición de Bill Murray en bodas sin estar invitado).
Pero, ante todo, este libro sirve como décalogo con algunos de los principios que guían la vida del intérprete de 'Life aquatic' ('asegúrate de que todos estén invitados a la fiesta', 'la sorpresa es oro'...). "Nadie puede ser Bill Murray excepto él mismo, pero creo sinceramente que la gente puede mejorar sus vidas con estos ejemplos", ha afirmado.
MURRAY, SIN AGENTE NI REPRESENTANTE
Edwards conoció al actor hace dos años durante una entrevista para un magazine, y reconoce que se quedó "fascinado" por el comportamiento de Murray durante la misma. Desde entonces, se propuso escribir un libro sobre él, aunque con las dificultades propias para contactar con el personaje, puesto que no cuenta con agente o representante.
De ahí que gran parte del libro recoja informaciones no por vía directa de Murray, sino de sus allegados o gente que ha trabajado con él. "Le entrevisté cuando empecé y luego no hablamos mucho más, porque es muy celoso con su vida privada y no le guste que le molesten con este tipo de proyectos", ha reconocido.
No obstante, pese a no volver a hablar con el actor para conocer la opinión sobre el libro, Edwards confiesa con humor que se "imagina que no lo odia". En una gala en la que fue premiado con el Mark Twain Prize, la actriz Emma Stone habló de una anécdota recogida en el libro (al que mencionó) y Bill "la recibió con agrado".
EL TAXI Y EL SAXOFÓN
Preguntado sobre alguna de la anécdota más increíble sobre Murray, el periodista ha recordado cómo el actor entró en un taxi y, ante la confesión del conductor sobre el poco tiempo que tenía para practicar su hobby --tocar el saxofón--, decidió conducir él mientras el taxista podía interpretar con su instrumento preferido.
Para Edwards, Bill Murray ya ha "trascendido la caricatura" a la que algunos quisieron elevar su figura y ha demostrado desde hace tiempo que "realmente sabe actuar", con papeles como los de 'Lost in Translation' de Sofía Coppola o 'Academia Rushmore' de Wes Anderson.
Además, respecto a si su actitud 'bromista' podría llegar a molestar a otras personas a las que aborda en la calle, Edwards remite a la filosofía del actor. "No es tanto lo que hagas sino cómo lo hagas: uno puede darte una palmada en la espalda con gracia en una situación, pero si por ejemplo ocurre en un ascensor cuando vas borracho, es una cosa completamente diferente", ha concluido.