MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
El escritor de novela juvenil e infantil Jordi Sierra i Fabra, que ha recogido este jueves el XXVIII Premio Antonio de Sancha que otorga la Asociación de Editores Madrid, ha agradecido que el jurado destacase la "calidad" de su obra porque cree que no es una palabra que se haya ligado siempre a su trabajo.
"Este es un premio que respeta al creador y a una generación de creadores que hacemos un tipo de libros diferentes. Para niños y para jóvenes, porque son diferentes. La palabra calidad no siempre ha estado ligada a mi obra. Escribir 600 libros te marca para muchas cosas. Por tanto, la palabra respeto es lo que más agradezco de este premio. Que se respeta, por fin, a unos creadores diferentes y que en su momento hicimos algo que aún existe en este país", ha aplaudido el escritor durante la ceremonia de entrega, que ha tenido lugar en el Instituto Cervantes de Madrid.
En ese sentido, ha asegurado que escribir literatura para jóvenes y para niños le ha costado el "desprecio" de "mucho intelectual" que le ha mirado por encima del hombro por creer que hace libros para "niños tontos" y ha valorado el trabajo de la generación que él ha denominado como "la sin nombre", después de la muerte de Franco.
"Hay grandes novelas, de escritores españoles, infantiles y juveniles. Pertenezco a una generación a la que yo digo 'la sin nombre'. Cuando murió Franco en 1975, un grupo de escritores, diez o doce, nos pusimos a escribir literatura juvenil. Esos escritores, todos hemos ganado con el tiempo el Premio Nacional de Literatura Juvenil y fuimos la generación que puso a leer a este país en la gente joven de España. Creamos un nuevo lenguaje, nuevas formas de contar historias. Contamos con la complicidad de editores nuevos que crearon ediciones para nosotros", ha recordado.
HOMENAJE AL OFICIO "SOLITARIO" DEL ESCRITOR
Además, Sierra i Fabra ha homenajeado a la figura "solitaria" y "olvidada" del escritor y se ha dedicado el premio --que se falló el pasado mayo-- a sí mismo, al niño tartamudo que fue y al que le dijeron que "nunca sería escritor".
"Escribir es lo más solitario que hay. No es el trabajo más duro, pero lo más solitario, es. Lo más silencioso. Escribir es, hoy en día, un acto de fe, de resistencia y de confianza. Hace dos años, Irene Vallejo, al recibir el Antonio de Sancha, de los editores. Lorenzo Silva habló de los editores. Yo quisiera hablar de lo que es ser escritor. Es lo más apasionante que hay pero es solitario y duro. Y además, invisible. Somos invisibles", ha reiterado.
Además, el presidente de la Asociación de Editores de Madrid, Manuel González, ha destacado que aunque el autor se trata de uno de los más "prolifero" en España, tiene una obra "de calidad".
"Él lo que quería era contar historias, era conectar con la gente. Y eso lo ha conseguido. Ha pasado más de medio siglo y hoy puede presumir de que cuando va a Medellín hay miles de niños en los colegios de esta ciudad que lo identifican. La defensa que ha hecho a través de su obra, de los derechos humanos, pero sobre todo a los derechos de la infancia y a los derechos de las personas más vulnerables, le hace merecedor no solo de un premio como este, sino de reconocimiento a valores universales que todos deberíamos compartir. Por eso cuando le otorgamos este galardón", ha concluido González.