MADRID 6 Nov. (EUROPA PRESS) -
El periodista, escritor y diplomático chileno Jorge Edwards ha presentado este viernes una nueva edición de 'Persona non grata', en la que hace un estudio crítico, una corrección completa de variantes y erratas, con nuevas notas a pie de página sobre hechos, personajes y datos históricos sobre sus experiencias personales durante la dictadura de Fidel Castro.
Así se ha puesto de manifiesto durante la presentación de esta nueva edición, en la que ha estado acompañado por el poeta Raúl Rivero y los editores Yannelys Aparicio y Ángel Esteban, en la Casa de América de Madrid. Edwards (Santiago de Chile, 1931) publicó este libro por primera vez en 1973.
Durante su intervención, ha afirmado que los funcionarios chilenos le dijeron enviarle como diplomático a Cuba había sido una decisión personal del presidente Allende. Sin embargo, Jorge Edwards se encuentro con el jefe del Ejecutivo chileno antes de viajar a La Habana. "Me dijo: 'Creo que eres la persona menos indicada para ir a Cuba. Pero los sabios del ministerio me convencieron", ha comentado el escritor.
Asimismo, Jorge Edwards ha destacado que viajó a Cuba con un cuaderno sin rayas, una máquina de escribir olivetti y poca ropa. "Comencé a anotar todo lo que veía, todo lo que sucedía" en el cuaderno, según ha apuntado, en el que llegó a escribir "en clave" para protegerse de los espías.
Jorge Edwards ha subrayado que su primera intención no era escribir un ensayo, sino un libro de memorias literarias que transmitiese el "ambiente" que se vivía en Cuba, lo cual resultó la forma "más peligrosa" de escribir. "Hice un libro que, al principio, era muy inocente, pero acabé hablando de cosas muy peligrosas e inconvenientes", ha recordado.
Un día, a las once de la noche, le requirieron para reunirse con Fidel Castro, con quien mantuvo una "dura" conversación. "Me tomé un daikiri para estar más tranquilo", ha detallado, para después añadir: "Yo no me desmayé de terror. Eso le molestó bastante a Fidel". La última noche que pasó en La Habana escribió "todo lo que recordaba en el cuaderno" y, al llegar a París, escribió el libro.
Jorge Edwards ha asegurado que siempre fue "aficionado" a la lectura de memorias, correspondencia y crónicas, mientras que la moda era dedicarse a la lectura del siglo XIX.
El editor Ángel Esteban ha revelado que se ha trabajado sobre la relación de Edwards con Fidel Castro, con el entonces presidente de Chile, Salvador Allende, con escritores como Pablo Neruda, quien hizo una "aportación especial" al libro porque fue uno de los que animó al autor a escribirlo cuando éste le contó lo que había vivido en Cuba.
El editor Ángel Esteban ha explicado que hace "un año y medio", en una conversación con Edwards y Yannelys Aparicio, se decidió elaborar esta "edición académica" de una obra que es, a su juicio, "un clásico de la literatura del siglo XX. Además, Esteban ha apuntado que pretende ser una obra útil para estudiantes y universitarios.
Además, ha revelado que, para esta ocasión, se ha llevado a cabo un estudio de los prólogos de las anteriores ediciones y, posteriormente, Edwards "hizo uno nuevo para esta edición". En este sentido, ha indicado que pretender ser la "definitiva".
Sobre Edwards, ha destacado que tiene "instinto" de narrador, de periodista, pero también de historiador. "En esta novela hay de todo", ha asegurado Esteban, al tiempo que ha señalado que es una obra "testimonial".
Por su parte, el poeta Raúl Rivero se ha referido al libro como la "edición total" porque ofrece una "visión absoluta y definitiva" de la obra. A su juicio, los cubanos deben estar "agradecidos" a Edwards porque sacó a la luz la "realidad".