Martínez Laínez desenmascara mito y realidad en su novela 'Tras los pasos de Drácula', Premio Grandes Viajeros 2001

Actualizado: martes, 4 diciembre 2001 15:02

MADRID, 4 Dic. (EUROPA PRESS) -

El libro 'Tras los pasos de Drácula' de Fernando Martínez Laínez

recorre la Rumania actual para encontrar las huellas de un personaje

real, el príncipe de Valaquia: Vlad Tepes "El Empalador" y las del

personaje de ficción, el vampiro "Chupasangre" Drácula,

desenmascarando mito y realidad.

Esta novela obtuvo en septiembre el premio Grandes Viajeros 2001,

convocado por Iberia y Ediciones, B por su "temática original y la

actualidad del escenario en que se desarrolla", según declararon los

miembros del jurado.

"He tratado de contrastar las características de ambos personajes,

haciendo un paralelismo constante entre las dos caras del diablo",

aseguró el autor, que ha viajado por Europa Central, los países

bálticos, Rusia y el Cáucaso, como reportero y guionista de

televisión.

TRAS EL RASTRO DE STOKER

En 1999, Martínez Laínez decidió emprender un viaje por Rumania

para buscar las huellas del Drácula ficticio que inventó el "genio

literario" de Stoker. Así su curiosidad literaria le llevó al pasado

de Rumania. "El rastro del Drácula imaginado por Stoker me llevó a

las huellas del personaje real, el príncipe de Valaquia", explicó el

autor.

El personaje real, Vlad Tepes debió nacer entre 1429 y 1431.

Denominado 'El Empalador" por la crueldad con la que trataba a sus

víctimas, gobernó Valaquia en tres ocasiones. Su muerte sigue siendo

hoy una incognita aunque, según la tradición, fue asesinado por sus

propios hombres. Este personaje que perteneció a la orden del Dragón,

"Dracull" en rumano, se ha convertido hoy en día en un héroe nacional

de la política cultural de Ceaucescu.

"La imagen que los occidentales tenemos del Drácula ficticio les

parece ridculísima a los rumanos", agregó este autor, finalista del

Premio Planeta y del premio de novela policiaca Hammet.

En 'Tras los pasos de Drácula', Martínez Laínez sigue un recorrido

oval por Rumania partiendo de Bucarest y siguiendo una ruta, que es

hoy una atracción turística, y en donde ha combinado narración y

reflexión sobre un país "lleno de contrastes". "Descubro un país

arruinado --explicó el autor-- pero con muchos recursos naturales y

con gente muy inteligente".

Asimismo el autor señaló que lo que más le había sorprendido de

los rumanos era su "espíritu resignado y fatalista" que se manifiesta

hasta en los exiliados. "Es una gran carga histórica", concluyó.