MADRID, 29 Ene. (EUROPA PRESS) -
El escritor y periodista vitoriano Miguel Venegas publica El silencio de Teo (Seurat Ediciones), su segunda novela en la que, a través de la figura de un joven millennial y la relación con su madre, se adentra en la brecha generacional que separa a quienes hicieron la Transición, y la sienten como un logro propio y casi inmutable, y aquellos que heredaron algo que ven mejorable y caducado.
Una novela que, según confesó el propio autor durante la presentación del libro celebrada en el Centro de Arte Moderno de Madrid, nació tras en 2015 la aparición "del vendaval de Podemos" y cuando los ecos del 15-M todavía resonaban con fuerza en todo el país.
"Recuerdo que volví de un viaje a Japón y de repente todo el mundo hablaba de Podemos y de Pablo Iglesias. Estaba por todas partes y había mucha gente flipando... para bien y para mal", recuerda Venegas que confiesa que a medida que la burbuja de Podemos se iba desinflando dejó un poco de lado la historia de Teo y comenzó a escribir otros proyectos. No fue hasta dos años después, en 2017, y viendo que "todavía había gente muy enfrentada" cuando retomó la "conversación silenciosa" entre Teo y Edith, su madre.
El silencio de Teo relata la historia de un joven precario cuyo idealismo le hace vivir su profesión, el periodismo, de manera pasional, aunque las condiciones en las que, como muchos otros jóvenes, desarrolla su labor le alejan de la esperanza de una vida estable. Así, y también como muchos otros de su generación, Teo todavía vive con su madre, Edith, con la que mantiene una relación fría y tensa. Ella es una mujer que vive preocupada por el futuro de su hijo, mientras trata de reconciliarse con un pasado que dejó atrás hace mucho tiempo.
Mientras cada uno reconstruye su propia vida y sus propios sueños, Teo y Edith tendrán que buscar la manera de entenderse y de perdonarse. A través de ambos, de sus desencuentros y de sus "aprendizajes", Venegas arma un relato que oscila entre lo periodístico y lo ficcional y que presenta una crónica novelada de un país en crisis y una lucha generacional.
UNA NOVELA DE PADRES E HIJOS... Y DE CONQUISTAS
Pero si bien es cierto que El silencio de Teo parte un contexto político muy concreto y convulso, el asunto público "va perdiendo peso en el desenlace" de una historia que, tal y como señala el periodista Carlos Alsina, aborda otros temas como el amor, las relaciones familiares, el sexo o la pérdida. Y es que Edith, la madre, es también mujer, y Teo, además de hijo, es ya también hombre.
"La esencia de la novela es la relación entre Teo y su madre. El silencio de dos personas que están todo el tiempo contando cosas pero siempre a otros, dos personas que conviven pero que son las que menos hablan entre ellas y las más incapaces de reconocerse una en la otra", apunta Ansina que define la novela como una historia de "desencanto y desafecto" pero que es también el relato de cómo empezar a "dejar encantarse con otras cosas". "De cómo lo que a veces sentimos como una rendición, porque hemos renunciado a ser aquello que hace 20 años creímos que íbamos a ser, en realidad es una conquista porque vamos aprendiendo a ser lo que en cada momento somos capaces de ser... y descubrimos que no está tan mal", dice el periodista de Onda Cero.
"Cuando llegamos a cierta edad siempre tendemos a la melancolía", asegura el autor de esta historia sobre dos personajes que son familia pero que no saben prácticamente nada el uno del otro. "Son dos personas están hablando continuamente de ellos mismos, pero realmente nunca hablan entre ellos", afirma.