MADRID, 26 Jun. (EUROPA PRESS) -
El escritor Rafael Reig, quien publica nueva novela 'Amor intempestivo' (Tusquets), ha asegurado que "nadie en su sano juicio puede negar" que derribar estatuas es "una imbecilidad", aunque reconoce que los motivos de los manifestantes para protestar son "razonables".
"Decisiones como la censura de 'Lo que el viento se llevó' o borrar a Sartre un cigarrillo de la mano en su centenario para no corromper a la infancia no es que anuncien el fin de los tiempos, pero sí una caída gravísima del cociente intelectual", ha lamentado en una entrevista con Europa Press el autor.
No obstante, Reig ha apuntado que "por debajo" de esos actos vandálicos sí que existe "una falta de reconocimiento real" de problemas relacionados con el colonialismo o las razas. "Digamos que es un mal paso en la dirección correcta: la cultura en un país colonizado la ha hecho el colonizador, no olvidemos el problema de fondo", ha apuntado.
El escritor asturiano reclamar "ir a lo más sustancial, olvidarse del ruido e introducir voces" para establecer un debate sobre los problemas actuales. "Hay demasiado ruido de fondo: a lo mejor, algunas cosas del 'metoo' son exageradas, pero hay que entender que en el fondo hay algo asumible y aceptable que hay que defender", ha destacado.
En 'Amor intempestivo', Reig echa la vista atrás para contar sus comienzos como escritor y también contar cómo eran las relaciones con sus padres, muertos a finales de los 90 en un accidente doméstico. El autor explica que se trata de un libro escrito a la manera de las 'Confesiones' de San Agustín.
"Ahora que me acerco a los 60 años, lo mejor es mirar atrás y ver qué tipo de persona he sido. No creo mucho en la autoficción acompañada del lloriqueo, esto es más una novela confesional y de aprendizaje de cómo se hace una persona, de la construcción del alma", ha señalado.
LAS ENSEÑANZAS DE LA VIDA
En el texto, Reig alterna sus primeros trabajos en universidades americanas mientras va dando forma a sus primeras novelas --'Esa oscura gente', 'Autobiografía de Marilyn Monroe' o 'La fórmula Omega'--, al tiempo que debe afrontar la enfermedad de su padre o la caída en la depresión de su madre.
"Al principio, parecía una cosa no agradable de hacer, pero me he sentido muy tranquilo y a gusto conmigo mismo. He aprendido mucho y ahora soy una persona un poco distinta y un poco mejor de lo que era. Las enseñanzas verdaderas, una vez dichas, suenan simples, pero es que yo he aprendido de todo esto a valorar las cosas importantes", ha afirmado.
El episodio de la muerte de sus padres es una de las partes más dramáticas del libro, aunque Reig incide en que "el dramatismo" fue por el hecho de la muerte, más allá de la manera en que ocurrió --un incendio en su casa--. "A muchas personas que se lo he contado solían decir 'joder, qué drama', cuando lo más dramático es que se hayan muerto: en cuanto pasa un mes o dos, te das cuenta de que no van a estar ahí para toda la vida", ha recordado.
'NO ME ARREPIENTO DE NADA'
También hay algunas actitudes narradas en el libro de las que ahora reconoce arrepentirse. "Me inhibí en los momentos en que la familia necesitaba apoyo y también me arrepiento del trato que he tenido con algunas parejas. A mi edad, no puedes llegar y decir lo de Edith Piaf de 'no me arrepiento de nada': para una canción está bien, pero el que no se arrepiente de nada en la vida es un zopenco", ha ironizado.
En cualquier caso, ha explicado cómo intentar buscarle un sentido a la vida no es tan fácil, incluso con estas 'confesiones'. "La vida no tiene argumento, es lo contrario de una película porque no podemos ver el final. Y hay que vivir intentando crear ese argumento, como si la vida tuviera sentido. Es la única oportunidad que tenemos de hacernos un alma", ha concluido.