MADRID 24 Nov. (EUROPA PRESS) -
Tras anunciar a Ana María Matute como ganadora del Premio Cervantes 2010, la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, ha destacado que la escritora "desde niña declaró su vocación de ser narradora", y ha planteado que "mantenerla y hacer de ella una forma de vida es un ejemplo maravilloso para todas las mujeres" que se dedican a la cultura.
"Las mujeres de mi generación hemos tenido más fácil dedicarnos a la creación, pero ella siempre declaró su firme vocación desde niña de ser narradora. Mantenerla y hacer de eso una forma de vida es un ejemplo maravilloso para todas las mujeres que nos dedicamos a la cultura.
"Estoy muy contenta, así se lo he transmitido cuando la he llamado, y ella también lo está, así que en ese sentido es un día feliz", ha manifestado la titular de Cultura en rueda de prensa.
Gónzalez-Sinde ha subrayado también que Matute es la tercera mujer en ganar el Cervantes, después de María Zambrano (1988) y Dulce María Loynaz (1992). Así, ha expresado su "satisfacción y alegría" y ha señalado que la escritora, aparte de su "capacidad para manejar diferentes tonos para diferentes públicos, tiene un mundo y un lenguaje propio", por lo que ha reconocido que admira su "trayectoria vital".
MUJERES EN LA CULTURA
Sobre el hecho de que sea la tercera mujer en recibir el premio, Sinde ha recordado que Soledad Puértolas ingresó en la Real Academia el pasado domingo, algo que ya "marca una diferencia", ya que en el ámbito de la cultura, como en otros, "las mujeres se van incorporando progresivamente", aunque ha puntualizado que cuanto más alto es el galardón o el puesto, van escaseando las mujeres, pero así se va avanzando".
"Las políticas de igualdad contribuyen a poder imaginar a las mujeres en puestos de autoridad y decisión, y eso va abriendo caminos. Las administraciones tenemos un papel importante que hacer, pero los jurados de los premios son autónomos, y Matute ha merecido este premio por la calidad de su obra y por ninguna otra consideración. Ser mujer no debe ser ni un handicap ni una ventaja, y ella como autora tiene una talla suficientemente importante", ha resaltado.
CALIDAD, ESTILO Y MÉRITO LITERARIO
Por su parte, Gregorio Salvador ha subrayado los "evidentes méritos literarios" de la galardonada. "Ella publicó su primer libro con 17 años, así que la obra cuantitativamente ya es impresionante. Pero indudablemente, la calidad, el estilo, el mérito literario del conjunto de su obra es algo reconocido muchas veces, porque precisamente ha recibido casi todos los premios que se pueden recibir antes de este", ha explicado.
Ha señalado, además, que es una autora "verdaderamente genial" en literatura infantil y juvenil, que cuenta con "un público fiel", y ha puesto en valor que sus obras pueden servir para que los niños se conviertan en lectores gracias a que se enfrentan a sus textos en los primeros años de escolarización y aprendizaje.
"Había muchos candidatos, se ha hablado de unos y de otros, pero en general el ambiente apuntaba claramente a Matute, fundamentalmente porque hay que procurar que la gente que se lo merece reciban los premios a tiempo", ha defendido.
REALISMO Y FANTASÍA
Finalmente, Juan Marsé, galardonado con este mismo premio en 2008, ha asegurado que admira a Matute por "muchas razones y no solamente literarias, sino de orden vital", y ha agregado que "es una escritora realista y al mismo tiempo con una proyección a lo fantástico sorprendente".
El jurado ha estado compuesto por Gregorio Salvador, designado por la Real Academia Española; Jorge Eduardo Arellano, por la Academia Nicaragüense de la Lengua; Fernando Galván, por la CRUE; Luz Helena Gutiérrez , por la UDUAL; Juana Salabert, por el Instituto Cervantes; Esther Tusquets, por la FELAP; Adolfo Ruffinatto por la Asociación Internacional de Hispanistas; y Juan Marsé, autor galardonado en 2008.
Como secretario ha ejercido Rogelio Blanco, director general del Libro, Archivos y Bibliotecas, y como secretaria de Actas, Mónica Fernández, subdirectora general de Promoción del Libro, la Lectura y las Letras Españolas. José Emilio Pachecho, premiado en 2009, no ha podido estar presente.