MADRID 18 May. (EUROPA PRESS) -
Desde sus inicios, Primal Scream ha construido un microcosmos dentro de la música underground británica de los años 80 y 90 que lleva su nombre y que no deja de crecer y mutar, tal y como lo demuestran en 'More light', su nueva puesta de largo en el panorama musical.
En la carretera desde 1987, la banda continúa probando su vieja fórmula: pop y psicodelia. "Experimentar y no tener límites es algo natural para mí", ha asegurado el líder del grupo, Bobby Gillespie, en declaraciones a Europa Press.
'More light', grabado entre Londres y Los Angeles, condensa para muchos críticos todos aquellos sonidos que Primal Scream siempre quisieron expresar. "Algunas personas han dicho eso, quizás hemos alcanzado el sonido perfecto", apunta.
El objetivo de este disco era realizar un "experimento psicodélico" y un disco de "rock and roll". "Golpear las canciones, alargarlas, convertirlas en algo más intenso, con diferentes ritmos. Queríamos llevar la música a algún sitio excitante", explica el cantante.
Gillespie una vez confesó en una entrevista que "la creatividad" de la banda había "sufrido debido a las drogas". "Es cierto, a mediados de los 90 hubo mucha heroína y cocaína. Definitivamente dañó nuestra creatividad y dejamos de escribir canciones", cuenta.
En ese momento, "todo el mundo estaba demasiado lejos" para escribir canciones y la banda llegó a sentir que corría "peligro". Pero aquella época pasó hace ya "muchos años" y el líder de Primal Scream no cree que sea algo importante hoy. "No me importa hablar de ello, pero es irrelevante", afirma contundente.
Gillespie está convencido de que el deseo de experimentar es algo exclusivo de la juventud. "Creo que uno debería ser mejor músico a medida que es mayor". "El público espera que los músicos hagan su mejor trabajo a los 20 años y cree que a medida que pasan los años sus canciones empeoran. Pero en otros campos, como la literatura, la fotografía o el arte, la expectativa es justo la opuesta".
El músico ha dedicado las últimas seis o siete semanas a "hacer entrevistas", por lo que admite que es "duro" explicar cómo canaliza su creatividad estos días. Aunque no ha estado en el estudio desde "hace mucho tiempo", matiza que disfruta de hablar con los periodistas.
Respecto al proceso contrario, el de la inspiración, afirma que está atento a todo lo aquello que le puede estimular: "Leo mucho, veo muchas películas, escucho mucha música". En concreto, confiesa que en la literatura política que lee, Noam Chomsky "tiene mucho qué decir" y sus mensajes podrían haberse colado de alguna manera en las canciones. "Puede que haya influido en este disco", afirma.
"EL NACIONALISMO ES ALGO PELIGROSO"
Gillespie tiene una opinión firme sobre la situación política de Reino Unido, así como del lugar que cree que debe ocupar en Europa, y no tiene ningún problema en compartirla: "Creo que Reino Unido debe formar parte de la Unión Europea. Somos mejores, ¿por qué queremos detener los beneficios que conlleva?".
"El nacionalismo es algo peligroso. Hay gente en el partido conservador que pertenece al ala más extrema de la derecha y que son muy nacionalistas y muy extremos. Cuando miran al mundo tienen la mente muy estrecha", lamenta.
Preguntado por la gran cantidad de dinero que el Gobierno británico gastó en el controvertido funeral de Margaret Thatcher, el cantante de Primal Scream señala: "Es algo irónico que alguien que promovió los valores del sector privado haya tenido un funeral financiado por el sector público. Nosotros, los ciudadanos, hemos pagado millones de libras para enterrarla".