Iron Maiden
GONZALES PHOTO/CHRISTIAN HJORTH
Actualizado: lunes, 6 noviembre 2017 14:22

MADRID, 6 Nov. (EDIZIONES) -

El vocalista del grupo británico Iron Maiden, Bruce Dickinson, pasó la primera mitad del año 2015 batallando contra el cáncer de lengua que se le diagnosticó durante un chequeo rutinario. Tras varios meses de tratamiento, terminó venciendo a la enfermedad y regresó por todo lo alto al frente de su banda poco después con The book of souls.

Con ese período de su vida ya formando parte del pasado, Dickinson acaba de publicar sus memorias, What does this button do?, en el que habla abiertamente sobre su lucha contra el cáncer. Un asunto del que también ha hablado en una entrevista con Rolling Stone, asegurando que no ha cambiado su "visión de la muerte", aunque sí de la vida.

"Morir es absolutamente inevitable, siempre lo ha sido, siempre lo será. Pero esto me ha hecho cambiar mi visión sobre la vida, que no es el espacio entre nacer y morir. Vivir es vivir ahora, cada minuto, cada segundo, para ahora mismo. No porque crea que algo malo va a suceder mañana, sino porque merece la pena celebrarlo", plante.

En esta línea, añade: "La vida es algo jodidamente increíble. Este es el pequeño regalo que me dieron. Esta es una de las razones por las que cuando escribí el libro no iba a escribir un texto negativo. Mi libro iba a decir, 'guau, ¿no es la vida genial?'".

Dickinson también recuerda que cuando fue diagnosticado con cáncer tuvo la sensación de estar fuera de su cuerpo y que se lo estaban diciendo a otra persona. "¿Yo? ¿Tengo cáncer? ¿De verdad? Entonces piensas que podrías morir", explica, para luego destacar que llega la aceptación de la realidad y te pones manos a la obra para trazar un plan y batallar contra la enfermedad.

"Pensé que quizás debería estar enfadado, pero eso es agotador. Tenía que dejar toda mi energía en el tratamiento, no podía desperdiciar esa energía odiando cosas. Pasé por quimio y radiación. Tenía que intentarlo y vivir mi vida y mirar más allá. Así es como lo afronté", subraya a Rolling Stone.

Incluso llega a confesar que cuando le dijeron que estaba curado llegó a echar de menos el tratamiento, porque había sido su vida durante tres meses. "Es extraño, como el 'síndrome de Estocolmo'. Pero entonces te dices 'no seas malditamente estúpido, tienes miedo de salir a la luz porque has estado en ese lugar oscuro por unos meses", señala.

"Entonces te preguntas '¿qué hacemos el resto de la vida?' Después de ocho, nueve meses, después de empezar a cantar otra vez y todo eso, finalmente sales de eso y pensé que la vida es sencillamente increíble", termina.

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