MADRID, 10 May. (EDIZIONES - David Gallardo) -
Después de más de cuarenta años de trayectoria y algunas sangrantes bajas en el camino (en los últimos tiempos han caído el guitarrista fundador Malcolm Young, el baterista Phil Rudd e incluso el vocalista Brian Johnson, reemplazado por Axl Rose), AC/DC están de vuelta en la carretera con un nuevo tramo europeo de su gira actual gira, llamada muy elocuentemente Rock or Bust ("rockea o revienta").
Y tras el estreno de Axl Rose el pasado sábado en Lisboa ante 50.000 fans, el grupo llega este martes al Estadio La Cartuja de Sevilla, en la que será la única parada española de esta gira, envuelta en una fuerte controversia por el cambio de cantante, con miles de fans por todo el continente reclamando de vuelta el dinero que pagaron por las entradas cuando Brian Johnson aún era el que cantaba (a pesar de eso, en Lisboa el recinto estuvo a rebosar, tal es el tirón de Axl Rose).
Sea como fuere, el grupo sigue capitaneado por el la eruptiva guitarra de Angus Young, quien continúa siendo toda una garantía de espectáculo eléctrico en directo. Diríase incluso que prácticamente da igual quien esté a su lado sobre las tablas, más ahora que ha quedado como amo y señor del grupo tras la baja de su hermano Malcolm. Y noche tras noche reconfirmará su estatus como icono irreemplazable del rock más electrizante.
Así las cosas, esta nueva, inesperada y pasmosa formación de AC/DC llega a Sevilla para repasar su extenso catálogo ante la parroquia que, a pesar de estar contrariada, seguro que acude con ganas de diversión. Y disfrutarán de lo lindo con un recital en el que destaca este repóker de canciones que son, asombrosamente, aún más incendiarias que las ya de por sí incendiarias, es decir, todas.
THUNDERSTRUCK
Supongamos que estamos en la final de un Mundial de Fútbol y Andrés Iniesta marca (su) gol. Thunderstruck es lo más parecido a esa sensación, con el 'agravante' de que en esta ocasión todo el estadio siente la misma sensación de libertad y victoria, porque en la música no hay bandos enfrentados, sino hermanos casuales de por vida. (Y vemos un vídeo de Axl el sábado en Lisboa sencillamente avasallador).
LET THERE BE ROCK
Esta canción resume todo lo que es AC/DC, tanto por la letra como por la música en plan martillo pilón. En directo sube a un nivel superior gracias a Angus Young, quien aprovecha estos minutos para hacer su frenético solo de guitarra. Y pareciera que realmente es una dinamo humana que brilla y desprende más energía que el mismísimo Rey Sol.
HIGHWAY TO HELL
Es el clásico por excelencia del grupo, la canción con la que cualquier rockero aprieta el puño como acto reflejo tras escuchar el primer acorde. Y al cantarla junto a miles de personas, se crea ese efecto de 'secta de los últimos días' que causa pasmo en los profanos mientras revitaliza y purifica a los parroquianos.
WHOLE LOTTA ROSIE
El cortante riff inicial ya pone en alerta y avisa de que habrá una explosión inminente. Cuando ésta efectivamente se produce, en lugar de ponerse a cubierto, lo pertinente es exponerse lo máximo posible, a ser posible con los brazos abiertos en cruz, para así sentir en toda su intensidad lo que significa el rock and roll.
FOR THOSE ABOUT TO ROCK (WE SALUTE YOU)
Vale, es la última canción de sus conciertos desde 1981 y eso nunca gusta (salvo a la adorablemente inmovilista tribu rockera), pero las cosas como son, los cañonazos con los que AC/DC saludan a todos los rockeros del mundo están cargados de poderoso significado y emocionante solemnidad. Porque es el rock o la nada. Porque el reino de AC/DC no es de este mundo y no pertenece a nadie.