MADRID, 12 Mar. (EUROPA PRESS) -
En un momento de aplazamientos y cancelaciones en cascada en lo que a conciertos se refiere -en España y en todo el mundo-, el sector de la música en vivo en particular y de la música en general expresa su desconcierto y preocupación de cara al futuro inmediato.
La expansión del coronavirus está afectando ya profundamente a todos los ámbitos de la sociedad española, haciendo de marzo poco menos que un mes perdido. Y esto está llevando a los integrantes de la industria musical (músicos, periodistas, programadores, mánagers, fotógrafos, técnicos, roadies... en buena parte autónomos, temporales o pymes) a manifestarse al respecto en las redes sociales.
Así, la presidenta de la Unión Fonográfica Independiente (UFI), Carla Varona, remarca en Twitter que "el mundo de la cultura, especialmente la música, vive un momento muy duro con cancelaciones de conciertos y eventos".
Y aún añade, comprendiendo la situación de pandemia del coronavirus: "Lo primero es la salud pública, pero no hay que olvidar la importancia económica. Esta crisis (otra más) pone en peligro la supervivencia del sector".
La Federación de la Música de España (Esmúsica), en su caso reclama que se lleven a cabo las "medidas económicas y fiscales anunciadas por el Gobierno de España y la Comisión Europea para dar liquidez a las empresas, pymes y sectores específicos".
"En este sentido, como entidad que representa a la industria de la música en España debemos advertir que esta crisis puede poner en cuestión la propia supervivencia del sector de la música en vivo. No debemos olvidar la importancia económica que tienen los conciertos y los festivales de música para nuestro país. En el año 2019 se celebraron 90.000 eventos de música en vivo a los que asistieron más de 28 millones de personas", termina la Federación.
Por su parte, Martí Perarnau, líder de Mucho y actualmente en la banda de Zahara, lanza también a Twitter una pregunta de complicada respuesta en este momento: "A ver cómo sobrevivimos a esto los que vivimos de la música. Tra tra".
"El sistema va apretando y no deja opción. Entregamos nuestras canciones a cambio de nada a plataformas por aquello de que ya no se vendían discos y así obtener ingresos irrisorios y nos vimos obligados a poder vivir sólo de nuestros conciertos. Ahora es cuando viene la palmada", reflexiona, apostillando: "Y ahora pues nada a encerrarnos en casa a componer y a pedir una ayudita, la voluntad".
Desde la Sección del Sector Musical de CNT Madrid, por contra, se lanza una llamada a la colectividad: "A ver si todos los músicos a los que se les están cancelando bolos y no tienen manera de cubrir esas pérdidas, se dan cuenta de que tenemos que sindicarnos para poder obtener los mismos derechos que tienen otros trabajos. #MusicaEsTrabajo".
En esta misma línea, la Asociación de Salas de Conciertos de Catalunya (ASACC) afirma que "la decisión de reducir el aforo a un tercio de la capacidad, en el caso de los espacios de menos de 1.000 personas, hace inevitable la realización de la mayoría de conciertos y acaba condenando a casi todas las salas de distintos aforos al cierre".
En el comunicado difundido este jueves, aseguran que estas medidas de prevención suponen un duro impacto para la música en directo y que tendrá unas consecuencias graves para el sector, que ya "arrastra una crisis no resuelta".
La ASACC también manifiesta su comprensión y responsabilidad para ayudar a la prevención del Covid-19, pero traslada su preocupación por la "fragilidad en la que quedan los artistas, trabajadores, personal autónomo y subcontratado, que conforman el tejido imprescindible del sector de la música".
Desde la organización del festival Fuzzville, que ha cancelado también su edición de este año, se apunta: "La música en vivo sufre en estos momentos un duro golpe y muchas son las personas involucradas en la organización del festival: desde trabajadores, pasando por artistas, agentes, equipos de producción, sellos discográficos, medios de comunicación y un largo etcétera".