MADRID, 6 Dic. (EDIZIONES - David Gallardo) -
Aunque parecía absolutamente imposible, después de 23 años finalmente el guitarrista Slash volvió a la que un día fue su banda, Guns n' Roses, y con la que actuó por última vez en el verano de 1993 en un legendario concierto en Buenos Aires (Argentina).
Y con él, volvió al redil también el bajista fundador Duff McKagan, propiciando que ahora el grupo, que siempre ha mantenido vivo el vocalista Axl Rose, cuente con tres de los cinco miembros originales (el guitarrista Izzy no estuvo de acuerdo y el batería Steven Adler ha hecho apariciones esporádicas en alguna fechas).
Acompañados por otros cuatro músicos en los que nadie parece fijarse demasiado (el guitarrista Richard Fortus, el batería Frank Ferrer y los teclistas Dizzy Reed y Melissa Reese), el trío titular ha reflotado el nombre de Guns n' Roses y ha recorrido América de norte a sur durante 2016 con gran éxito de público y de taquilla.
Con la maquinaria ya en marcha y perfectamente engrasada, el grupo anuncia ahora nuevos conciertos para 2017, que se suman a los ya confirmados a partir de enero en Japón, Australia, Nueva Zelanda, Singapur, Tailandia y Dubai. Las nuevas fechas tendrán lugar en Europa (con paradas en Bilbao y Madrid en primavera), Estados Unidos y Canadá.
Después de que 2016 haya sido sin duda suyo, también quieren hacerse con 2017. Porque este ha sido un año en el que han dado la gran campanada con esta inesperada reconciliación, hecha carne ya sobre los escenarios para alegría, alboroto y exacerbado jolgorio de millones de fans en todo el planeta. Un reencuentro que da nueva vida a la historia del rock y del que podemos aprender varias cosas.
MIENTRAS HAY VIDA HAY ESPERANZA
Esta es una frase recurrente que resume a la perfección el caso que nos ocupa. Absolutamente nadie apostaba a estas alturas por una reunión después de más de dos décadas en las que ha habido todo tipo de declaraciones cruzadas y no precisamente cariñosas. Incluso Axl Rose se negó a asistir junto a sus excolegas a la entrada de Guns n' Roses en el Rock and Roll Hall of Fame en 2012.
Pero resulta que a finales de 2015 empezó a sonar el rumor, que fue creciendo paulatinamente hasta su confirmación a principios de 2016 ante el estupor generalizado. Por cierto, la gira se llama genéricamente 'Not in this lifetime', que es una frase que usaba Axl para descartar una reunión con Slash y compañía. No en esta vida... o bueno, sí.
EL ROCK REJUVENECE A MÚSICOS Y FANS
Es un hecho que Axl Rose, actualmente con 54 años, no estaba en su mejor momento. A años luz del frontman que fue en la primera etapa de la banda, entre 1985 y 1993. De hecho, los últimos diez años hemos asistido a un deterioro paulatino de su físico y de sus cualidades vocales, mientras mantenía a flote a Guns n' Roses como único miembro fundador.
Sin embargo, ha sido juntarse con Slash y Duff y algo ha pasado. Resulta inspirador comprobar cómo ahora canta con más garra que hace apenas un par de años, también espoleado por su pasmoso fichaje por AC/DC, lo cual le convierte en algo así como el dominador supremo del rock en estos momentos, al estar al frente de dos bandas de leyenda.
Incluso se le ve sonreir en el escenario con cierta complicidad con sus recuperados compañeros. Siempre quedará la duda de si es sinceridad o pose para sacar adelante la gira por unos cuantos millones de dólares, aunque la tendencia es a apostar por un equilibrio entre ambas motivaciones. Y el hecho de que se sumen más fechas suena más que bien.
Y así encontramos a un Axl que ahora incluso sale a su hora al escenario. Más risueño y motivado que tiempo atrás, seguramente también empujado por un público que ha permanecido tanto tiempo esperando el momento. Fans ya talluditos que quizás vieron a la banda de adolescentes y que ahora se sienten también rejuvenecidos al volver a escuchar ciertas canciones interpretadas por al menos tres de los músicos que en su momento las perpetraron.
AXL CANTA MEJOR QUE HACE UNOS AÑOS
Axl Rose empezó con mala pata, pues se rompió un dedo del pie en el debut en el Trobadour de West Hollywood, algo que le obligó a cantar sentado en los primeros recitales de reunión, algo que se repitió en sus primeras actuaciones con AC/DC. Salvó la situación, de hecho, gracias al trono de Dave Grohl, que vivió una situación idéntica meses atrás.
En cualquier caso, este incidente le obligó a permanecer sentado, sin carreras ni grandes aspavientos, propiciando que se centrara más en su labor ante el micrófono. Cuando pudo levantarse tampoco empezó a corretear por el escenario, lo que sin duda ayuda a una interpretación más pulcra y sobresaliente, que ha sorprendido a todos los que ya no daban ni un par de dólares por él (en el pasado dio motivos para no confiar en él, ciertamente).
Evidentemente, si es uno de los rockeros más legendarios es también por su presencia escénica, por su forma de moverse desafiante y contundente sobre las tablas. No es tan salvaje como antaño pero es que eso es ley de vida y en realidad es casi mejor mantenerlo como algo del pasado porque tampoco están los cuerpos para ciertas cosas. Las críticas están siendo por lo general positivas y el público sale encantado. Definitivamente estamos ante una redención en toda regla.
EL ROCK SIGUE NECESITANDO HÉROES
Lo que está absolutamente claro con este cacareado regreso es que el mundo del rock sigue necesitando héroes. En una época en la que quizás el género se sustenta principalmente en nombres clásicos y no parece haber un claro relevo generacional, irrumpen estos Guns n' Roses reunificados y hacen saltar la banca.
Da la sensación de que prácticamente da igual el dinero que pidan, siempre puede aparecer alguien con la billetera repleta y dispuesta a vaciarla. Todo se debe, básicamente, a que Axl, Slash, Duff y compañía fueron la última gran banda del rock a la vieja usanza, cuando era realmente peligroso y amenazador.
Quizás este regreso incluso inspire a las nuevas generaciones y de aquí pueda salir, por qué no, algún nuevo grupo que revitalice la escena rockera global arrasando todo a su paso, tal y como sucedía con Guns n' Roses a finales de los ochenta y principios de los noventa. Quizás surjan nuevos héroes pero, mientras tanto, resucitamos a estos.
LA SUMA DE LAS PARTES ES LA CLAVE
Hemos dicho resucitar, sí, a pesar de que Axl seguía al frente de Guns n' Roses con otros compinches y de que Slash estaba cada vez más pletórico con sus colegas Myles Kennedy & The Conspirators. Y Duff tampoco ha dejado de involucrarse en todo tipo de proyectos, e incluso ha tocado en diversas ocasiones con Axl en la banda en el pasado reciente.
Pero no ha sido hasta que se han juntado cuando han conseguido de nuevo atraer la atención global masivamente. Porque la suma de las partes interactuando es mejor que la suma de las partes por separado. Es en este punto, en esta fusión, cuando la gran bola de fuego vuelve a alzarse y nos tiene a todos mirando al cielo a la espera de comprobar cuanto de lejos puede llegar. Encantados con el espectáculo.