MADRID, 13 Sep. (EUROPA PRESS - David Gallardo) -
Y Sam Smith no cantó. Y lo anunció tres horas antes de la hora señalada. Y se armó la marimorena. Pero la música no se detuvo porque esa era la única premisa del día. Desde las 12 del mediodía hasta las 5 de la madrugada. Y todavía habrá quien se quedara con ganas de más.
La cosa comenzó con el sol haciéndose hueco a codazos entre las nubes mañaneras con Trajano! actuando ante una tímida muchedumbre integrada principalmente por papás y mamás treinteañeras que aprovecharon que los niños (hasta 10 años) no pagaban para adentrar a los pequeños en el universo festivalero.
Tras ellos, Wolf Alice (prometedores), The Parrots (encantadoramente macarras) y Gold Lake apuntalaron la propuesta mañanera mientras los infantes correteaban inquietos por el cesped universitario con los teléfonos de sus mayores apuntados en las pulseritas de marras. Decibelios y cervezas en familia a la hora del aperitivo mientras el DCode iba cogiendo velocidad.
El gentío fue progresivamente mutando según avanzaba el día, con la llegada de nuevos elementos y con los papás regresando al recinto después de 'colocar' convenientemente a los pequeños con otros adultos menos festivaleros y probablemente más responsables. Y la tarde comenzó a lo grande con Flo Morrisey y los ilusionantes Neuman, seguidos del poderío escénico de Natalia Lafourcade y el garajero desafío sónico de las chicas Hinds.
Llegados a este punto, el festival fluye ya con total suavidad y se nota que ha llegado la hora, pues el recinto rebosa ufano y hay codazos en las barras para refrescar el gaznate. La música la ponen los acelerados The Vaccines y la intensidad de L.A. y Second (confinados al escenario pequeño por algún inexplicable motivo). Después, Supersubmarina se dio el enésimo baño de masas de la temporada entre miles de grititos de ellas y asentimiento de ellos.
Con Sam Smith fuera de juego, los británicos Suede ejercieron como cabezas de cartel comandados por ese Brett Anderson salvaje e impoluto, perfecto slim-fit mezcla estética rebosante de glam entre Raphael y Bruce Dickinson. Y vencieron con contundencia con temas como 'She', 'It starts and ends with you', 'Trash', 'The drowners', 'Filmstar', 'So young', 'Metal Mickey', 'New generation', 'Beautiful ones', 'She's in fashion' y 'Saturday night'. Impecables.
Pero no se vayan todavía, pues aún hay más con Izal, la banda del momento en el panorama musical independiente español, que dan la sensación de ganar seguidores de cien en cien cada día que pasa. En el DCode volvieron a constatar su poder de convocatoria en horario de máxima audiencia y montaron un karaoke colectivo de lo más efectivo. Publican nuevo disco en unos días y van a seguir haciendo mucho ruido por mucho tiempo.
Pasadas las 2 de la madrugada tomaban el escenario Foals, que son la sensación mundial indie del momento gracias a su reciente disco 'What went down'. En directo suenan aún más vigorosos con guitarras pesadas, una base rítmica pétrea y melodías envolventes como las de 'My number', 'Mountain at my gates', 'Spanish Sahara' o 'Inhaler'.
Con la densa madrugada ya bien entrada, una parte del gentío fue flaqueando, si bien los que permanecieron hasta el final pudieron todavía meterse entre pecho y espalda una buena ración de Crystal Fighters, que como siempre, montaron una buena rave desafiando los límites de la resistencia física en un festival que exprimió a fondo la jornada del sábado 12 de septiembre de 2015. La última gran fiesta del verano en la ciudad todavía retumba y lo que te rondaré morena.