LOS ANGELES (Reuters/EP)
El cantante Eddie Fisher, ídolo juvenil de la década de los cincuenta, murió a los 82 años. "No es la música lo que la gente recuerda más de mí. Son las mujeres", dijo el cantante que desató un escándalo internacional al dejar a su esposa Debbie Reynolds por Elizabeth Taylor.
Fisher falleció el miércoles en Berkeley, California, por las complicaciones y el deterioro de su salud a raíz de una reciente operación de cadera, dijo el jueves su familia en un comunicado.
"Era muy querido y sus cuatro hijos, Carrie, Todd, Joely y Tricia Leigh, además de sus seis nietos, lo echarán de menos. Tenía un talento extraordinario y era un auténtico 'mensch'", dijo la familia en el comunicado, usando la palabra hebrea para referirse a una persona admirable y decente.
Su hija actriz, Carrie Fisher, echó luz sobre el delicado estado de salud del cantante a principios de este año cuando escribió en sus mensajes de Twitter que su padre, que estaba en silla de ruedas, tenía momentos de confusión en que no sabía donde estaba y no reconocía a sus amigos.
Eddie Fisher comenzó como cantante de club nocturno y fue ídolo de adolescentes a principios de la década de 1950 con canciones como 'Thinking of You' y 'Oh! My Pa-Pa'. Legiones de seguidoras seguían sus actuaciones, que muchas veces estaban rodeadas de escenas de fanatismo.
Coca-Cola le ofreció un contrato por un millón de dólares para que fuera su imagen y patrocinó su programa de televisión.
Pero en 1956, el rock comenzó a tomar las riendas y el pop sencillo de Fisher perdió adeptos. Su carrera como cantante comenzó a decaer y Fisher atravesó décadas de adicción a las drogas y al alcohol, al tiempo que pasaba por cinco matrimonios.
En su autobiografía 'Been There, Done That', escribió: "No es la música lo que la gente recuerda más de mí. Son las mujeres". En 1955 Fisher se casó con Reynolds, una estrella taquillera que fue considerada "La novia ideal de Estados Unidos" por su imagen risueña. Tuvieron dos hijos, Carrie y Todd.
EL ESCÁNDALO
Pero el matrimonio ejemplar comenzó a hacer agua en 1958 cuando el amigo de Fisher Mike Todd, productor de cine y marido de Liz Taylor, murió en un accidente de avión. Fisher ayudó a consolar a Taylor y tuvieron un amorío que desencadenó uno de los principales escándalos de famosos de la época.
Fisher se casó con Taylor en Las Vegas en 1959. Adoptaron un niño y él tuvo un papel en la película 'Una mujer marcada' en la que ella participaba y por la que Taylor ganó el Oscar a la mejor actriz.
Sin embargo, hacia 1962 crecieron los rumores de que Taylor estaba teniendo una relación con Richard Burton, que también estaba casado, cuando ambos interpretaban 'Cleopatra'. Fisher se burló de los rumores, que demostraron ser ciertos cuando Taylor le pidió el divorcio para casarse con Burton en 1964.
Fisher también se casó con la actriz Connie Stevens, con quien tuvo dos hijos más, y tuvo romances con estrellas de renombre como Marlene Dietrich, Ann-Margret, Kim Novak, Dinah Shore y Angie Dickinson. También estuvo casado con Terry Richard y Betty Lin.
PADRE DE LA PRINCESA LEIA
Su agitada vida personal también estuvo repleta de abusos y fue adicto a psicofármacos, cocaína y metanfetaminas. En su autobiografía, Fisher dijo que el médico que le proporcionaba las medicinas también atendía al presidente John F. Kennedy y escribió: "Jack Kennedy y yo compartimos drogas y mujeres".
Carrie Fisher, de 53 años, que interpretó a la princesa Leia 'La guerra de las Galaxias', dio cuenta de su intrincada vida familiar, además de sus propias batallas personales, en su reciente obra de Broadway 'Wishful Drinking'.