MADRID, 19 Mar. (EUROPA PRESS - David Gallardo) -
Nadye presentan este sábado 23 de marzo en la Sala Caracol de Madrid su reciente nuevo álbum, Intrapolar, con el que reinician su actividad y profundizan en su mezcla de rock, punk y pop. "Es una declaración de intenciones", remarca a Europa Press el vocalista Javier Salas.
En esta línea, el vocalista explica que para este tercer álbum prácticamente son un grupo nuevo, pues los anteriores integrantes "se bajaron del carro para que gente con opción de llevar la banda a otro nivel de compromiso se sumara a la aventura, como afortunadamente así ha sido".
"Esto de la música es un camino muy complicado, muy duro y difícil de compaginar con trabajos, estudios y relaciones personales", resume, para luego destacar que, una vez superada esa reforma integral, con Intrapolar han conseguido "definir al cien por cien el sonido y la identidad de la banda".
Así, explica que en estas canciones han encontrado un "equilibro entre una instrumentación muy enérgica y contundente, un rock fresco y potente con voces muy melódicas, muchos coros y armonías y líneas vocales más cercanas al pop rock".
"Pero por encima de buscar un sonido personal e identificativo, sobre todo buscamos que las canciones tengan algo importante que decir", asegura, para acto seguido sentenciar: "Este es sin duda el disco más personal y sincero letrísticamente hablando".
Tras citar como influencias a las "grandes bandas del rock nacional y a Green Day, Rise Against, Blink 182 o incluso Foo Fighters", lamenta Salas que, desde la perspectiva de un grupo que trata de hacerse escuchar, parezca que "cada vez hay menos inquietud por descubrir música nueva".
Y desarrolla esta afirmación argumentando que "prueba de ello son los tributos y cómo la gente sigue demandando una y otra vez lo mismo de estos años de atrás". Lamenta, además, que esta situación se produzca en un momento en el que hay tantas bandas al alcance de un click.
Esta última idea le lleva a admitir que "se hace mucho más difícil destacar entre tantísima oferta o que la gente le dedique la atención necesaria" a nuevas bandas como Nadye para, en última instancia, "llegar a sentir simpatía por un proyecto y crear esa fidelización que antes era mucho más sencilla y natural".
Afirma salas en cualquier caso que "el rock sigue vivo y más vivo que nunca, al menos en los clubs, en los locales, en las manos de tantos y tantos músicos", a pesar de lo cual confiesa también que, a su juicio, el rock "está lejos de ser una tendencia".
"Es que esa imagen del grupo de chavales rockeros del instituto está desapareciendo. Se está perdiendo ese interés por aprender un instrumento en la adolescencia e inevitablemente eso es reflejo de que ahora hay menos público joven en el circuito del rock. Esperemos que sea algo temporal", reflexiona.
En su camino hasta hoy, Nadye ha compartido escenario con bandas clásicas del rock como Loquillo, Burning, Celtas Cortos, Rosendo o Despistaos, por citar algunos. Experiencias todas ellas enriquecedoras para aprender en la difícil tarea de la profesionalización a la que cualquier banda aspira.
Aunque tiene también una pequeña pullita generalizada: "También ves cosas, detalles que te hacen pensar 'si algún día estoy yo ahí arriba me cuidaré mucho de hacerlo todo de otro modo y seguir dándole valor a cada concierto'. Por lo general siempre son geniales este tipo de conciertos pero inevitablemente a veces te llevas chascos o decepciones".
Por último, asegura Javier que para Nadye "ya es un éxito tener este nuevo disco y poder ir a mogollón de ciudadades a presentarlo", aunque lógicamente también aspira a "ir llegando poco a poco a nueva gente". "Entonces está todo ganado, por encima de las cifras, las ventas o los grandes recintos, que haya quien disfrute y valore tu trabajo", apunta.
Después de su paso por Caracol, el grupo visitará Santander (29 de marzo, Blackbird), Ponferrada (30 de marzo, La Vaca), Pamplona (5 de abril, La Carbonera), Zaragoza (6 de abril, Zeta), Burgos (26 de abril, La casa de las musas) y Barcelona (27 de abril, Sala Monasterio). Todas las entradas están en Wegow.