MADRID, 8 Ago. (EDIZIONES - David Gallardo) -
Se puede admitir la discusión sobre si la de 'Abbey Road' está entra las portadas más famosas de la historia de la música, pero lo que queda fuera de toda duda y posible apelación es que con apenas un puñado de pasos, los Beatles convirtieron ese paso de peatones del norte de Londres en el más icónico de la cultura popular del siglo XX.
El álbum que John, Paul, George y Ringo estaban grabando en 1969 en los estudios de la calle londinense Abbey Road iba a llamarse inicialmente Everest. Incluso había programado un viaje al Himalaya para una sesión de fotos acorde, pero esta idea finalmente fue desechada por otra bastante más sencilla y menos costosa.
Así las cosas, el 8 de agosto de 1969, hace ahora medio siglo, los cuatro músicos se acercaron al estudio -que pasaría a llamarse Abbey Road en 1970, tras el éxito del disco del mismo título en cuestión, lanzado en otoño de 1969- para continuar con sus trabajos, pero sin pensar en fotografía alguna. De hecho, Paul McCartney acudió con sandalias y caminando desde su cercano domicilio.
De manera casi improvisada montaron una sesión fotográfica, en la que únicamente se tomaron seis instantáneas, con los cuatro miembros de los Beatles cruzando el paso de peatones que ahora es uno de los lugares de peregrinación obligada para cualquier melómano que se precie, más allá de su nivel de fanatismo hacia los 'fab-four'.
Todo fue tan natural que podría más bien decirse que fue improvisado sobre la marcha. El fotógrafo Iain Macmillan apenas contó con diez minutos (mientras la policía cortaba el tráfico) para hacer esas seis fotos a partir de una idea esbozada por Paul, encargado después de decidir cual serviría de portada para el álbum.
Infinidad de curiosidades se sucedieron a partir del lanzamiento de Abbey Road. Como la de ese coche 'escarabajo' (Volkswagen Beetle) perteneciente a un vecino y aparcado en el lado izquierdo de la calle, cuya matrícula LMW 281F fue robada reiteradamente para desesperación de su dueño quien, en cualquier caso, pudo sentir la satisfacción de ver a su coche convertirse en icono pop e incluso pieza de museo.
Los fans también han analizado la portada para sustentar la teoría de que McCartney en realidad estaba muerto -el famoso 'Paul is dead'-, lo cual no hizo otra cosa que aumentar la notoriedad de la instantánea. Incluso hay quien defiende que es una recreación de su entierro, con John de blanco como oficiante, Ringo de negro como el enterrador y George el sepulturero.
Para hacerse una idea del calado en la cultura popular del paso de cebra de Abbey Road solo hay que hacerse una pregunta: ¿Cuánta gente habrá imitado esta foto en los últimos cincuenta años? Imposible cuantificarlo. En diciembre de 2010, de hecho, el ayuntamiento otorgó protección especial al lugar por su "cultural e histórica importancia" y desde 2011 una webcam permite ver en vivo lo que allí ocurre.
Y lo que ocurre ahora mismo, a las 10:35 del jueves 8 de agosto de 2019, es lo que ocurre todos los días, con decenas de turistas curioseando con la clara intención de recrear la legendaria portada del decimoprimer -y penúltimo- disco de los Beatles. Se arremolinan ordenadamente y lo hacen: cruzan con solemnidad mientras alguien les fotografía desde la acera. Y cuando llegan al otro lado miran el resultado como hiciera en su día Paul McCartney. Y así una y otra vez. Así es la rutina en Abbey Road.