Regreso desde el infierno: 36 años del Back in Black de AC/DC

AC/DC BACK IN BLACK
AC/DC BACK IN BLACK - ATLANTIC RECORDS
Actualizado: lunes, 25 julio 2016 13:25

MADRID, 25 Jul. (EDIZIONES - David Gallardo) -

   "En cada concierto de rock n' roll las campanas doblan por Bon Scott", cantan Barón Rojo en su clásico 'Concierto para ellos', condensando a la perfección en una frase el sentimiento que destruyó el corazón de la parroquia rockera internacional con la muerte (ahogado en su propio vómito tras una borrachera descomunal) a los 33 años del que fuera vocalista de AC/DC un ya lejano 19 de febrero de 1980.

   El epicentro del dolor se concentró en sus compañeros de banda, que quedaron lógicamente devastados y desorientados ante tan fatal acontecimiento, justo, además, en el momento en el que al fin disfrutaban del éxito gracias a su disco 'Highway to Hell' (1979). "Nos vimos rodeados por el vacío", declaro entonces el guitarrista Malcolm Young a la revista Mojo.

   Hubo unos días en los que realmente se sintieron sin fuerzas para continuar, pero los de AC/DC siempre han sido tipos duros poco dados a la nostalgia. Además, recibieron el empuje de la familia de Bon. "No podéis parar, tenéis que encontrar a alguien", les dijo el padre del malogrado cantante durante el funeral. Eso abrió un claro en el cielo plomizo y Malcolm decidió que no valía de nada seguir llorando.

   Dos días después de enterrar a su colega, Malcolm, quien siempre ha sido el verdadero líder y motor de AC/DC hasta que tuvo que dejarlo por enfermedad en 2014, llamó a su hermano Angus para volver a ensayar, para ponerse en marcha y aprovechar el poder curativo de la música para salir del depresivo atolladero en el que estaban encallados.

   Y si querían continuar, tenían que afrontar el doloroso proceso de encontrar a un nuevo cantante. Aún sabiendo que Bon era irremplazable, comenzaron unas tediosas audiciones con candidatos que no eran lo que estaban buscando. Pero entonces llegó Brian Johnson, cantante inglés del grupo Geordie y pasó algo: conectaron.

   Por las circunstancias en las que fue creado, en torno a 'Back in Black' hay todo tipo de leyendas. Una de ellas asegura que durante una visita a Newcastle, los miembros de AC/DC acudieron a un concierto de Geordie y que Bon Scott, asombrado por su poderío escénico, les dijo a sus compañeros que si alguna vez tenían que buscarle un sustituto, tendrían que convencer a Brian.

   Así las cosas, el 8 de abril, solo seis semanas después de la muerte de Scott, AC/DC anunciaban oficialmente el fichaje de Brian Johnson, que aparte de cantar en Geordie por aquel entonces trabajaba en una fábrica de coches. Comenzaron los ensayos y los hermanos Young se pusieron manos a la obra con su nuevo cantante, apoyados por el bajista Cliff Williams y el baterista Phil Rudd. Mirando únicamente al futuro.

   Surgió entonces la posibilidad de grabar en los estudios Compass Point de Nassau (Bahamas), y allí se plantó el quinteto junto al productor John Mutt Lange, con quien tan buenas migas habían hecho trabajando en 'Highway to Hell'. Aunque inicialmente preferían trabajar en Londres, la idea de hacerlo en un lugar tan poco habitual para ellos terminaría resultando ciertamente refrescante e inspirador.

   Hubo momentos en los que la presión atenazaba al voluntarioso Brian Johnson, incapaz de escribir las letras. Pero una tremenda tormenta le inspiró para dar con los versos apropiados para un tema tan simbólico como 'Hells bells', en el que su voz punzante estremence al cantar: "I'm rolling thunder, pouring rain, I'm coming on like a hurricane. My lightning's flashing across the sky, you're only young but you're gonna die".

   A partir de ese punto, el resto de canciones fueron fluyendo con mayor facilidad y la grabación se terminó en apenas siete fructíferas semanas, tras las cuales se mezclaron los temas en los Electric Lady Studios de Nueva York. El proceso había terminado y estaba todo preparado para el regreso de AC/DC apenas cinco meses después de visitar las más candentes profundidades del mismísimo infierno.

TERCER DISCO MÁS VENDIDO DE LA HISTORIA

   Así las cosas, el 25 de julio de 1980 llegaba a las tiendas 'Back in Black', el séptimo disco de AC/DC, con un sonido más crudo, con tintes fúnebres y menos gamberros que en el pasado. Solo los golpes propinados por la muerte pueden provocar este tipo de salvajes catarsis y, desde el centro de esta enorme crisis, los Young y compañía parieron su obra maestra.

   Se trata, básicamente, de un disco hondo y trascendente. Ese 'eres joven pero vas a morir' que canta Brian en 'Hells bells' se vio rápidamente como una referencia a la pérdida de Bon Scott, sentimiento aumentado por el sonido tétrico de las campanas y el título del disco, con ese regreso en riguroso negro de profundo luto.

   Desde la más absoluta solemnidad del inicio con 'Hells bells', se expande un álbum que mantiene el toque travieso y desvergonzado en 'What do you do for money honey', 'Let me put my love into you', 'You shook me all night long', 'Given the dog a bone', 'Shake a leg' y ese 'Have a drink on me' que es la despedida definitiva a Bon Scott, con ese "tómate una a mi salud" que a él tanto le hubiera gustado como homenaje.

   Completan los 42 minutos de surcos clásicos que siguen atronando en los conciertos de AC/DC como 'Shoot to Thrill' y 'Back in Black', antes del cierre con la clásica declaración de intenciones de 'Rock and roll ain't noise pollution'. Una decena de temas que provocaron un impacto brutal tanto por su propia esencia como por la demostración de ímpetu y fe protagonizada por el grupo, capaz de rehacerse a lo grande en tiempo récord ante circunstancias totalmente adversas.

   Ahora, 36 años después, hace mucho que 'Back in Black' es un disco clásico más allá del rock duro. Tanto es así que, con más de 50 millones de unidades despachadas, es el tercer disco más vendido de la historia, por detrás de 'Thriller' de Michael Jackson y 'The dark side of the moon' de Pink Floyd. Nunca un regreso desde el mismísimo infierno terminó resultando tan celestialmente esplendoroso.