MADRID, 27 Jun. (EUROPA PRESS - David Gallardo) -
Responde a Europa Press con sonoras carcajadas Rudolf Schenker, guitarrista y fundador de Scorpions allá por 1965, cuando se le recuerda la gira de despedida que empezaron en 2010 y que ahora, seis años después, ha mutado en otra que sirve para celebrar su 50 aniversario como banda. Y no se ríe con maldad, sino como el niño que ha hecho una travesura sabiendo las consecuencias.
"Tenemos que celebrar nuestros cincuenta años y que tenemos muchos fans jóvenes desde 16 hasta treinta años, algo que es increíble", apunta en entrevista con Europa Press, para después añadir: "Es toda una nueva generación y es fantástico que la familia del rock siga creciendo y no envejezca".
Y prosigue con su argumentación el guitarrista alemán de 66 años: "Es un sentimiento muy poderoso y genial estar en el escenario y ver frente a ti gente joven disfrutando a pesar de que no habían nacido cuando grabaste esas canciones. Es fantástico viajar por todo el mundo y comprobar que hay varias generaciones conectadas a través de nuestra música y por el rock".
Admite, eso sí, que esta conexión con nuevos fans es una "sorpresa" incluso para ellos, y recuerda los años noventa, cuando el grunge y el rock alternativo arrasaron con todo y apartaron a muchos grupos de su generación. "Pensábamos que ya no había sitio, pero la gente sigue amando el rock clásico por su energía y su sentimiento. Y las bandas todavía tenemos cosas que decir", recalca.
REGRESO A ESPAÑA
Dentro de esta segunda parte de la gira por su 50 aniversario, el grupo vuelve esta semana a España para dar tres conciertos, que en esta ocasión serán en Bilbao (jueves 30 de junio en Arena Miribilla), Córdoba (sábado 2 de julio en la Plaza de Toros, junto a Medina Azahara y Sabaton, dentro del Festival de la Guitarra de la ciudad) y otra vez en Madrid (domingo 3 de julio en el BarclayCard Center).
"Estuvimos en Bilbao y Madrid en el pasado, pero no en Córdoba. Esperemos que no sea tremendamente caluroso", bromea Rudolf, conocedor del ardor estival de nuestro país en general y de la ciudad andaluza en particular. "Estamos deseando llegar a España porque amamos el país. Tenemos grandes recuerdos de los ochenta, lo pasamos muy bien en Madrid comiendo en viejos restaurantes, por ejemplo", destaca.
Recuerda también Rudolf Schenker los dos conciertos 'de despedida' que dieron en el Palacio Vistalegre de Madrid en marzo de 2014, ambos con entradas agotadas. "El primero se vendió muy rápido y el promotor nos propuso hacer dos fechas, sí", rememora, al tiempo que menciona también las visitas posteriores que han hecho al Azkena Rock Festival en junio de aquel mismo año y al Rock Fest Bcn el pasado verano.
"Son cincuenta años de rock. Seguimos vivos y seguimos amando lo que hacemos. Estamos en buena forma y queremos seguir tocando. Fue un error hacer una gira de despedida porque estamos bien y tenemos mucho público que quiere vernos. Nos encanta que los chavales vengan a nuestros conciertos y tocarles viejas canciones para que digan 'oh está genial'", argumenta transmitiendo una jovialidad total.
REPRESENTANTES DE TODA UNA GENERACIÓN
Se pone serio súbitamente para recalcar que, además, "viejos amigos como Lemmy de Motörhead han muerto", por lo que subraya que, de alguna manera, sienten que están "ondeando la bandera" de toda una generación de rockeros. "Continuar se ha convertido en una misión", remacha.
De hecho, añade que en realidad Scorpions siempre tuvieron una misión desde que salieron de Alemania y empezaron a visitar otros países: "Tenemos la vieja y la nueva generación y esa es nuestra misión, continuar intentando hasta que sea posible que estas canciones tengan vida".
"Esta es una misión, exactamente. Que la vieja generación, que sabía lo que pasaba entonces y lo que pasa ahora, pueda contar a los jóvenes cómo eran las cosas. La juventud es la gasolina del rock. La energía, además, nos llega porque estamos viviendo nuestro sueño cuando empezamos a tocar. No sabíamos si duraríamos tres años pero aquí seguimos todavía", destaca.
Así, tras reiterar que él personalmente sigue "disfrutando de ser un músico de rock", adelanta que la intención de Scorpions es continuar mientras sigan "siendo buenos". "Hasta que estemos corriendo detrás de nosotros mismos y Klaus no pueda cantar o nosotros no podamos tocar igual. Hasta que sigamos teniendo buenas críticas y la gente siga acudiendo a nuestros conciertos para vernos", reflexiona.
SIN FECHA FINAL
Asimismo, avanza que puede que no quieran solo hacer conciertos, sino emprender algunos "otros proyectos para no caer en la rutina, que es la asesina del rock". "Vamos a ver hasta cuando podemos hacerlo sin ser estúpidos", plantea entre risas, para luego añadir que no sabe si compondrán nuevas canciones: "Si alguien en el grupo llega con buen material, ¿por qué no?".
Por último, Rudolf Schenker comenta con cachondeo el suceso más cacareado del rock en los últimos años, con el fichaje de Axl Rose de Guns n' Roses por AC/DC para reemplazar a Brian Johnson, retirado por una incipiente sordera. Así, asegura que "era muy escéptico porque nunca sabes si Axl va a hacer una de las suyas y no aparecer en el escenario".
Pero termina poniéndose serio de nuevo para recalcar que se siente "muy triste por Brian, obviamente", ya que "es un tipo fantástico y queda fuera de juego". Recupera pronto su optimismo y entusiasmo, en cualquier caso, cuando anima al público español a acudir a los inminentes recitales de Scorpions con una sentencia final: "Estamos preparados. Siempre estamos preparados".