OPORTO (PORTUGAL), 8 (De la enviada especial de Europa Press Mirian San Martín)
La tercera edición del Nos Primavera Sound terminó el pasado sábado con un rotundo éxito. Sin duda, fue la jornada más esperada de esta cita con la música, en la que el cartel reunía a algunos de los nombres que más admiración despiertan en el público congregado en el Parque da Cidade de Oporto: Neutral Milk Hotel, The National, St. Vincent y !!! (Chk chk chk).
Una de las bandas que abrió la velada musical fueron los portugueses You Can't Win Charlie Brown, quienes desplegaron un folk deconstruido en el que tuvo cabida un homenaje a el fallecido Lou Reed con una versión de 'Heroin', el clásico de la Velvet Underground que se incluye en el famoso disco homónimo de la banda neoyorquina.
Poco después actuó Lee Ranaldo and The Dust, el proyecto del guitarrista de Sonic Youth, con el que demostró que su trayectoria musical vive más allá del ruido sonoro que desarrolló junto a Thurston Moore, Steve Shelley y Kim Gordon en los 90. El músico subió al escenario el disco 'Last night on earth' y argumentó por qué madurez musical y experimentación no están reñidas.
Poco después llegó uno de los momentos más esperados del festival para los más melomános: la actuación de Neutral Milk Hotel. El grupo, liderado por Jeff Mangum, abrió su concierto con la aclamada 'Two headed boy' e interpretó algunos de los temas de 'In an aeroplane over the sea' (1998) , su disco más accesible y menos experimental, así como de su debut, 'On avery island' (1996). Entre todos ellos, destacaron 'Come lonely', 'Holland, 1945', 'The king of carrot flowers' o 'Song against sex', que devolvieron la sonrisa a quienes no habían perdido la esperanza de ver en directo a esta banda de culto, desaparecida por completo del panorama musical desde hace unos años.
Sin embargo, el momento más álgido de la noche llegó con The National, quienes consiguieron mover a la gran masa que asistió al festival y en el escenario principal protagonizaron algunos de los momentos más emotivos. El concierto arrancó con 'Don't swallow the cap' y a ella la siguieron 'I should live in salt' y 'Mistaken for strangers', antes de aparecer en escena con una invitada especial: St. Vincent, quien interpretó con Matt Berninger la conmovedora 'Sorrow'.
Fue ella quien siguió a los de Ohio. Annie Clark, verdadero nombre de la artista nortamericana, protagonizó en los primeros minutos de su actuación un baile antes de subirse en el pedestal que había preparado en el centro del escenario. Guitarra en mano, interpretó como nunca temas de su nuevo disco homonimo, así como de 'Strange mercy', 'Actor' o 'Marrey me'. Entre ellas, brillaron especialmente 'Cheerleader' y 'Cruel'.
Y mientras St. Vincent derrochaba dosis de hedonismo y lirismo, Slint hacían lo propio a escasos metros, aunque en su propio idioma. Responsables del disco 'Spiderland', piedra angular del post rock que más tarde desarrollaron grupos como Mogwai, los estadounidenses hipnotizaron a los asistentes con canciones como 'Washer' o 'Nosferatu man', un regreso sonoro a los primeros pasos de los años 90 que el público celebró.
LA FIESTA DE !!! (CHK CHK CHK)
Más tarde, en el escenario principal, los norteamericanos !!! (Chk chk chk) demostraron haber estado muy pendientes de los pasos de Annie Clark, ya que su inquieto 'frontman', Nick Offer, no perdió la ocasión de imitar los sinuosos bailes de la cantante, arrancando risas entre el público. Su show fue la guinda del pastel, ya que no se alcanzaba a ver a nadie en el aforo que no bailara a ritmo de las canciones más divertidas del grupo californiano. Entre ellas, 'When the water is cold' o 'One girl/one boy' no permitieron parar los pies durante su concierto.
Los españoles Standstill fueron también uno de los protagonistas del escenario ATP (All Tomorrows Partys), donde interpretaron la mayor parte de las canciones de su último disco, 'Dentro de la luz', pero también de trabajos anteriores, como 'Adelante Bonaparte' o 'Vivalaguerra'.
Entre los últimos conciertos de la tercera edición del Nos Primavera Sound destacó asimismo el incombustible Ty Segall, con un directo en el que tuvieron cabida géneros como el garage, el punk, la psicodelia o el noise. El californiano ganó fans en solo una hora de show y demostró que su valía no se observa solo en los ocho discos en solitario que ha publicado a sus 27 años (además de los que ha sacado con las bandas de las que forma parte), sino también y especialmente en directo.