MADRID, 22 Oct. (EUROPA PRESS) -
Un millón de visualizaciones en menos de una semana de su primer videoclip, One more river, avalan la transformación de Yellow Mellow en Melo Moreno. Un dificultoso reto, pues no resulta para nada sencillo emprender una carrera musical si tres millones de personas están suscritas a tus dos canales de YouTube -1,6 a Yellow Mellow, el principal, y 1,2 a Melo More, ahora en stand by- para seguir tus peripecias diarias.
No en vano, estamos ante la vlogger femenina más famosa de España, con el canal de vlogging diario más grande de todos los países hispanos. Pero con su naturalidad habitual, eso es precisamente lo que hace Yellow Mellow ahora que muta en Melo Moreno con su primer álbum, Colours, a la venta el 26 de octubre.
Algunas canciones de Colours ya se han ido conociendo a lo largo de los últimos meses: primero llegó la One More river, le siguió Sad Girls, y después fue turno para Devil in me solo en formato single como regalo estival a sus fans. Las tres consiguieron entrar al Top 20 de Itunes y en las listas de lo más viral de España en Spotify.
En breve, uno de los singles más animados, Watch love die, tendrá su versión audiovisual que se podrá ver a partir del día 26 de octubre, coincidiendo con la salida del álbum Colours.
Colours es tan poliédrico como la personalidad de la propia Melo. Por eso hay R&B en Cannonball, baladas al piano de intensidad creciente Ghost y Rocket Science, dance con guitarras con influencia de Calvin Harris Crash & Burns, más soul poderoso en Devil in me y Sad girl, piezas de pop bailable que recuerdan a Lady Gaga y Pink como Watch love die y Straight for you, luminoso surf pop acústico Bones o electropop positivista en Heart of the world.
Grabado en Berlín en diversas sesiones desarrolladas durante los últimos meses, Colours cuenta con ocho canciones escritas por Melo Moreno y otras cinco de autoría compartida. El título, además, tiene historia, pues según explica ella misma, cada vez que cantaba una canción en el estudio veía un color determinado en su mente.
Con Melo Moreno no estamos ante el clásico caso de alguien que aprovecha su tirón popular para saltar a terreno ajeno, aunque su intención como vlogger no fuera conseguir fama para triunfar en la música, sus seguidores conocen de sobra sus dotes artísticas gracias a personalísimas versiones de C. Tangana -con 600.000 visionados- o Lady Gaga -tiene varias en plan 'spanish flamenco' y todas ellas con centenares de miles de visitas-.