MADRID, 22 Abr. (EDIZIONES) -
El 6 de febrero de 1991 murió la filósofa y ensayista andaluza, María Zambrano. La obra de la escritora destaca por su compromiso cívico y el pensamiento poético, aunque no fue reconocida hasta finales del siglo XX cuando recibió importantes galardones como el Premio Cervantes.
Su primera obra, Nuevo del liberalismo, se publicó en 1930 y en ella repasa los acontecimientos políticos de aquellos años. Antes de su exilio, se relacionó con grandes figuras de la literatura española, concretamente con algunos miembros de la Generación del 27 como Luis Cernuda, Emilio Prados, Miguel Hernández y Jorge Guillén.
En 1939, tras apoyar a la República durante la Guerra Civil, abandona el país y, después de residir en París, Nueva York o La Habana, se establece en México, donde comienza una intensa actividad literaria durante la que publica Pensamiento y poesía en la vida española y Filosofía y poesía.
En la década de los 50, durante su etapa en Roma, escribe algunas de sus obras más relevantes, como El hombre y lo divino, Los sueños y el tiempo y Persona y democracia. Posteriormente, su pensamiento filosófico y su obra dan un giro hacia el misticismo y publica Claros del bosque o De la Aurora.
Pero no será hasta la década de los 80 cuando la escritora alcance su mayor reconocimiento al recibir dos de los galardones literarios más importantes, como el Premio Príncipe de Asturias, en 1981, y el Premio Cervantes, que recogió en 1988.
Tres años después de recibir este galardón, la escritora falleció el 6 de febrero a los 86 años en Madrid, aunque sus restos mortales descansan en su Málaga natal.