Andorra estrena 'Scalada Stelar', su 'pócima' para atraer turistas, y negocia dos años más con el Cirque du Soleil

ANDORRA LA VELLA (ANDORRA), 2 Jul. (EUROPA PRESS) -

El Cirque du Soleil ha desembarcado este sábado 1 de julio en Andorra la Vella con su espectáculo 'Scalada Stelar', el último del ciclo 'Scalada', desarrollado por la compañía canadiense por quinto año consecutivo exclusivamente para el Principado, que ha encontrado en estas producciones la 'pócima' para atraer turistas en el mes de julio.

El ministro de Turismo y Comercio, Francesc Camp, ya ha avanzado antes del estreno que negocia que el grupo de Québec siga volviendo, al menos otros dos años más, los que restan de legislatura. Una colaboración para la que se buscan nuevos formatos.

Bajo la dirección creativa de Benjamin Dupont, del departamento 45 Degrees del Cirque du Soleil, el evento andorrano, del que se celebrarán 22 sesiones durante el mes de julio, tiene la característica de reservar 55.000 plazas gratuitas para el público que permanece de pie, mientras que las otras 50.000 tienen un precio entre 18 y 20 euros, sensiblemente más bajo de lo acostumbrado. La duración es de una hora, también inferior a lo habitual, aunque treinta minutos antes de cada función ya hay animación con los artistas para los asistentes.

Como en los cuatro anteriores, el objetivo de 'Scalada Stelar' es conectar con la cultura y oferta de Andorra a través de la característica forma de narrar historias del Cirque du Soleil. En esta ocasión, Dupont utiliza como hilo conductor a una niña soñadora. Mientras escala las cumbres y llega hasta las nubes, se encuentra con todo tipo de oníricos personajes elegantemente caracterizados, que danzan, saltan y realizan increíbles piruetas, acompañados de una exquisita iluminación y música específicamente concebida para la pieza, con mezcla de clásica, pop y folk. Todos ellos rememoran aspectos culturales y paisajísticos del Principado a través de once números llevados a cabo por 25 artistas.

"MUY FELICES" CON LA ACOGIDA

La receta de esta composición no ha dejado indiferente al público asistente en la noche del estreno, muchos de ellos niños, que han celebrado la destreza de cada acróbata, aguantando la respiración primero y aplaudiendo acto seguido, la consecución de volteretas imposibles, equilibrios milagrosos y contorsiones no aptas para mortales. "Estamos muy contentos, muy felices", ha señalado Dupont tras el estreno, al tiempo que ha destacado la "buena acogida" por parte de los espectadores que, a su juicio, sintieron los "momentos mágicos" del show.

Sobre las dificultades, según ha explicado el director creativo a Europa Press, el objetivo es "ponerlo todo al límite", traer los mejores números, la música, los aspectos técnicos. "Lo hacen muy bien", sentencia satisfecho del esfuerzo de un equipo para el que ha ideado su obra más ambiciosa hasta el momento. Así, recuerda que uno de los objetivos fundamentales ha sido traer una pieza diferente a las cuatro anteriores.

ESCENARIO BIFRONTAL

Este es el segundo año en el que los artistas se desenvuelven bajo una carpa de 4.250 metros para evitar las inclemencias del tiempo. Pero una de las principales novedades respecto a los anteriores, es que se desenvuelven en un escenario bifrontal de 37,5 metros de largo por 12 metros de ancho, con los espectadores distribuidos a ambos lados del mismo para aumentar la visibilidad y dar sensación de cercanía. Además, en su búsqueda de originalidad, aparecen tres números inéditos en la compañía canadiense.

La española Edesia Moreno, ayudante de dirección escénica y diseñadora de coreografía acrobática, ha explicado a Europa Press el desafío añadido para los acróbatas, al tener que actuar para un patio de butacas que está tanto frente a ellos como a su espalda, sin descuidar ninguno de los ángulos, de manera que todos los asistentes sientan que la representación ha estado dirigida específicamente a ellos, con el fin de buscar proximidad e intimidad, según añade Dupont.

TRES ARTISTAS PARA UNA PROTAGONISTA

Uno de los aspectos más originales de esta producción es el hilo conductor, una niña rubia vestida de azul, presente a lo largo de todo la historia que, en realidad, interpretan tres artistas diferentes, las tres de Montreal, pero con distintas especialidades, tal y como comenta Moreno: en la primera parte, el papel es para una especialista en 'mano a mano' (equilibrios entre dos personas); en la segunda parte, en barra rusa (equilibrios sobre barra sujetado por dos asistentes); y en la tercera, en cuerdas elásticas. Así, aunque la idea es que el espectador aprecie a las tres como un solo personaje, en realidad, tal y como subraya la coreógrafa, "cada una es única".

Coincidiendo con este estreno, el ministro de Turismo y Comercio ha destacado, en declaraciones a Europa Press, que tras estos cinco años de colaboración con la compañía canadiense se ha cumplido el objetivo inicial de salir de la "crisis del mes de julio", ya que se ha pasado de una ocupación hotelera por debajo del 45 por ciento hace cuatro años al 70 por ciento en la actualidad. Algo que atribuye a la combinación del espectáculo con los eventos deportivos de primer nivel mundial.

RETORNO, LA INVERSIÓN MULTIPLICADA POR NUEVE

Además, ha revelado que el coste neto medio de cada producción al año ha sido de unos 2,5 millones de euros, con un retorno de gasto de turistas en Andorra de unos 20 millones de euros, lo que significa que su inversión se multiplica por nueve. De hecho, ha destacado que el 90 por ciento de los que van a ver la función pernoctan en el Principado. Por ello, su objetivo es renovarlo, al menos, dos años más. Extremo que también han confirmado los responsables de 45 Degrees. "Ojalá. Nosotros queremos volver. Estamos discutiendo ahora", ha dicho en rueda de prensa el director ejecutivo de 45 Degrees, Daniel Fortain.

A su juicio del ministro de Turismo, el "éxito" de esta fórmula va muy ligado al hecho de poder comunicar a toda Europa que se trata de una creación gratuita y que es "única y exclusiva". "La gente viene a ver un espectáculo que no verán nunca más en ninguna parte porque se hace cada año distinto y único", ha dicho para añadir que el público principal es francés y español, aunque también tratan de atraer a turistas internacionales que van a la costa catalana para que pasen un día en Andorra.